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Hace unos días en esta sección se publicó la carta de una lectora que puntualizaba los problemas que aquejan al Hotel Termas de Rosario de la Frontera. La misma, junto con varias otras publicadas a lo largo del año, son la crónica de un fracaso anunciado.
Hace un año atrás, para reemplazar a un administrador que había fracasado, se fraguó un llamado a concurso que ya tenía ganador de antemano, pero se hizo tan desprolijo que el designado no cumplía ninguno de los requisitos solicitados:
1) Título de grado o antecedentes equivalentes. No posee ningún título de grado y solamente se desempeñó como empleado de mostrador en una línea aérea y vendedor de un hotel.
2) Experiencia de trabajo en la administración, gestión y comercialización de alojamientos turísticos. Solamente comercialización.
3) Experiencia en coordinación y administración de recursos humanos. Nunca tuvo personal a cargo.
4) Disponibilidad de residir en Rosario de la Frontera. Muy pocos días al mes vive en la localidad, el resto en Salta.
De este concurso nunca se conoció un orden de mérito a pesar que, según el Ministerio, nos presentamos más de ochenta postulantes.
Es una constante del Ministerio de Cultura y Turismo elegir erróneamente a las personas que deben conducir los entes a su cargo. Esto está demostrado con el Ballet de la Provincia, que sus integrantes sufrieron tal maltrato que los obligó a renunciar a la mayoría y ahora sucede lo mismo con el Hotel Termas, cuyo personal se siente acosado por el administrador.
Es de suma gravedad el hecho de que este concurso estuviera avalado por la Cámara de Turismo y la Cámara de Hoteleros de Salta, los que nos demuestra por qué vamos perdiendo mercado turístico.
Roberto Medina, Rosario de la Frontera