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Todo esto comenzó en 1889, cuando el entonces intendente Antonio Crespo autoriza la construcción y el loteo en las zonas inundables: el arroyo Maldonado. Crespo es el que comienza con este desastre que dura un poco más de un siglo. Hay una cuestión de culpas acumuladas desde 1880 hasta ahora donde cada gobierno miró para otro y actuó como si la zona no fuera inundable. Como si la ciudad no tuviera zonas bajas. Por supuesto el que está ahora carga con las culpas y con el enojo de la sociedad, pero es un problema que tiene bastante más de un siglo. Lo que nunca se planteó es: primero si había solución tecnológica para salir de esto y segundo si la solución tecnológica la podíamos pagar.
Cada vez que la gente se enoja grita: “Hagan obras”.
Ahora, ¿se pueden hacer?, ¿se pueden pagar?
Es este el tema que hay que resolver. Mientras se ve qué se puede hacer y qué se puede pagar -que siempre lo que se pueda pagar es una pequeña fracción de lo que se pueda hacer- creo que hay que pensar en paliativos para convivir con estos problemas.
Un ejemplo son la cantidad de garages subterráneos inundados. En una zona con peligro de inundación no puede haber garages subterráneos. Como primera medida hay que cerrarlos a todos. No puede ser que cada vez que llueva se destruyan un montón de autos. Mientras la zona esté en riesgo de inundación estas construcciones no se pueden hacer.
Hay unas cuantas calles que se tienen que cruzar con botes o haciendo pasar la gente atada con sogas. Se pueden crear puentes peatonales desarmables hasta que efectivamente haya otra respuesta a largo plazo. En cada inundación hay siempre víctimas electrocutadas. Hay que pensar en luz de emergencia para las zonas de riesgo.
Creo que hay que tener en cuenta el Código de Planeamiento Urbano y el Código de Planificación para las áreas de riesgo y sumarle medidas de sentido común, hasta tanto se realicen obras que se puedan hacer. Hay que trabajar sobre el problema diario y bajar el impacto sobre la gente.
Las obras a largo plazo son casi imposibles. Trabajos como el que se hizo en el arroyo Maldonado bajan la cantidad de agua en la calle. De ahí a resolverlo del todo hay una distancia importante. La fantasía que tenemos todos de que un día se resuelve mágicamente es improbable.Atenuarlo porque no.