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Mientras la cifra real de las víctimas del temporal que afectó La Plata y la Ciudad de Buenos Aires se convierte en un banderín político, quienes sufren la perdida de un ser querido saben que 1 o 100 es, en realidad, lo mismo, pues el dolor es único y la perdida irreparable.
Durante los últimos 20 años, Argentina se ha convertido en el escenario de más de una catástrofe. Accidentes de trenes y viales, atentados, incendios, intoxicaciones y explosiones le han quitado la vida a cientos de ciudadanos. Lo triste y lamentable de estas historias es que la mayoría de estos casos nunca tuvieron un culpable. En cuanto a la previsibilidad y atención por parte del Estado, los resultados están a la vista. A sabiendas de que catástrofes como la de La Plata podrían ocurrir nadie hizo nada, tanto desde lo estructural como de lo preventivo.
Para empezar esta larga lista, no hay que ir muy lejos en el tiempo:
* Tragedia de Once: ocurrió el 22 de febrero de 2011. Dejó 51 muertos y 703 heridos. Todavía no hay culpables. En medio del proceso judicial, un testigo clave murió en un supuesto asalto. Ariel Andrada era el maquinista que entregó el turno a Marco Córdoba y que declaró que los frenos de la formación estaban mal. La tragedia le costó el puesto al secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, hoy procesado junto a los empresarios que tenían la concesión, los hermanos Claudio y Mario Cirigliano, y al exfuncionario Ricardo Jaime. El Gobierno creó el Ministerio de Transporte de la Nación y designó a Florencio Randazzo.
* Intoxicados con vino adulterado: los tristemente célebres Mansero y Soy Cuyano, hace más de 20 años, mataron a 29 personas. Muchos de los que se salvaron quedaron ciegos. A fines de 1992, Arnaldo Mario Torraga, el dueño de la bodega Nietos de Gonzalo Torraga, agregó alcohol metílico en los vinos que comercializaba bajo las marcas Mansero y Soy Cuyano. La intención era “estirar” el producto. Las consecuencias fueron fatales. En este caso y pese a la cantidad de muertos, los culpables tuvieron condenas leves, la Justicia Federal sanjuanina condenó a Arnaldo Mario Torraga a 15 años de prisión y al enólogo Armando Ribes, a 10; Guillermo Sergio Torraga (hijo del bodeguero) y el gerente del establecimiento, Horario Barbero, fueron condenados a seis años.
* Los chicos del Colegio Ecos: el fatal accidente ocurrió el 9 de octubre de 2006 cuando el colectivo en el que viajaban los alumnos de Villa Crespo chocó contra un camión fuera de control en la ruta nacional 11, cerca de Margaritas, a 200 kilómetros de Santa Fe. Regresaban de Chaco, adonde había concurrido para realizar tareas solidarias en una escuela rural. Murieron nueve estudiantes y una docente. En noviembre de 2012, la causa volvió a foja cero porque el juez se olvidó de tomarle declaración a un acusado.
* Las inundaciones de Santa Fe: el 29 de abril del 2003, el Río Salado produjo la peor catástrofe hídrica que la provincia de Santa Fe recuerde. El desborde de la costa oeste del Salado dejó bajo el agua a nueve departamentos provinciales y a casi la mitad de la ciudad capital. En algunos barrios de Santa Fe capital, el agua superó los cinco metros de altura. Ciento treinta mil personas fueron afectadas y la inundación cubrió escuelas, comercios, industrias, hospitales y medios de comunicación. Las pérdidas en la producción se calcularon en más de 200 millones de dólares. El saldo fatal fue de 25 muertos. Para enfrentar la crisis, Carlos Reutemann -entonces gobernador- creó un comité de crisis con facultades ministeriales.
* Explosión en Río Turbio: en junio del 2004, 14 trabajadores de Río Turbio morían atrapados por el fuego y el humo en las galerías de la mina 5, frente a la situación de abandono en la que trabajaban. Cuando comenzó el incendio, 50 lograron salir, el resto pereció en los túneles. La mina era responsabilidad de la Nación y Santa Cruz detentaba sobre ella el poder de policía del trabajo.
* Atentado a la AMIA: ocurrió el 18 de octubre de 1994. Dejó un saldo de 85 muertos y 300 heridos. Hasta hoy no hay culpables; sin embargo, se sigue la investigación de la conexión con funcionarios iraníes relacionados con el ataque.
* Atentado a la embajada de Israel: fue el 17 de marzo de 1992. El ataque mató a 29 personas. Los familiares de las víctimas aún reclaman que se investigue la “conexión local”, el supuesto nexo entre el traficante de armas sirio Monzer Al Kassar y el excoronel del Ejército sirio Ibrahim al Ibrahim. Este último había sido nombrado director en la aduana del aeropuerto internacional de Ezeiza, pese a no hablar castellano, durante el gobierno de Carlos Menem.