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Para lograr el objetivo es necesaria la solidificación y el refuerzo de las cuatro patas básicas: jugadores, cuerpo técnico, dirigencia e hinchada. Pero cuando una de ellas no funciona en armonía con el resto de las partes, el objetivo puede correr riesgo. Puntualmente en Gimnasia y Tiro, el escaso interés que muestra el triunvirato influye en la logística y el cuidado del plantel en una instancia clave. Osbaldo Montaldi dejó sin respuestas al grupo de apoyo con relación a la cancelación de los pasajes en avión para el viaje a Mendoza, por lo cual el equipo de Víctor Riggio deberá trasladarse hoy por la tarde en colectivo para recorrer una distancia tediosa a Cuyo, de cara al encuentro del próximo viernes por la noche con Deportivo Maipú. Esta cuestión no cayó bien en el plantel. Y si bien sus protagonistas no lo expresan a viva voz (los jugadores tienen una cláusula que les prohíbe realizar declaraciones públicas en detrimento del órgano fiduciario), el malestar está y se instaló en la Vicente López.
Pese a todo, el equipo albo trata por todos los medios de abstraerse de esas cuestiones y de seguir tirando para adelante con el cuerpo técnico y la subcomisión, a horas de un encuentro vital para sus aspiraciones de ascenso. Sergio Plaza, el referente y capitán del plantel, se refirió al tema, tratando de suavizar el sentimiento imperante. “Nosotros nos mantenemos al margen, no sé si los costos es la cuestión de fondo del viaje en micro. En estos momentos lo que más necesitamos es la unión de todos para lograr el objetivo. Pero nos propusimos mantenernos al margen de los problemas dirigenciales para que nada nos afecte en esta etapa”, expresó.
Con la misma mesura que el capitán, el goleador Iván Agudiak también se hizo eco de la coyuntura dirigencial al opinar que lo ideal es “ir y volver en avión, pero sabemos que en esta categoría nada es fácil. Sé que al cuerpo técnico se le adeuda, pero estas cosas pasan lamentablemente en el fútbol. Queremos aislarnos de todo eso y sólo pensar en el ascenso”.
Sebastián Vezzani tampoco quiso ahondar demasiado en el encono y espetó: “Nosotros tenemos que estar ajenos a todo eso. Pensamos en que tenemos una final y hay que jugarla como tal. Lo otro, lo que no está a nuestro alcance, que lo manejen ellos. Sólo acatamos órdenes y no podemos desviarnos del objetivo”.
Mientras que Matías Ceballos pidió “más unión” y que el órgano “se acerque más. Tuvimos una reunión con los dirigentes y les pedimos el apoyo de todos”, concluyó. Abstraerse y mirar para adelante, pese al fastidio, es la premisa.
La mala fortuna ahora recayó sobre Liendo
Cuando el fantasma de las lesiones parecía abandonar de una vez por todas la Vicente López en este tramo decisivo de competencia, la malaria recayó esta vez sobre Javier Liendo. El mediocampista cordobés pisó en falso durante el entrenamiento matutino de ayer y sufrió una fractura en el quinto metatarsiano de su pie izquierdo. El jugador recibió los estudios en horas de la tarde y se le colocó el yeso que deberá usar por 15 días. El ex Racing de Córdoba tendrá entre 30 y 45 días de recuperación para volver a la canchas y se perderá con seguridad lo que resta del endecagonal final.
Por otra parte, el cuerpo médico confirmó que Esteban Burgos no viajará hoy a Mendoza con el plantel, ya que aún le falta agarrar mayor ritmo futbolístico. “Su regreso se dilatará un poco más. Está plenamente recuperado, pero debe agarrar confianza aún”, le dijo el kinesiólogo Martínez a El Tribuno. A su vez, Diego Coria arrancó ayer con sus sesiones de fisioterapia tras la intervención a la que se sometió el año pasado tras su rotura de ligamentos.
Federico Rodríguez por el suspendido Diego Ianiero será el único cambio en relación con la última victoria y el plantel emprenderá viaje a Mendoza hoy a las 17 por vía terrestre.