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Lanús e Independiente igualaron sin goles en un partido que prometía mucho pero que terminó siendo un verdadero fiasco y que sirvió de poco a la causa de ambos (arriba y abajo).
El granate dejó pasar la chance de alcanzar nuevamente la punta, en manos de Newell's Old Boys un punto arriba, y el rojo sigue dependiendo del andar de sus rivales para la permanencia.
Desde el inicio, el equipo de Guillermo Barros Schelotto quiso imponer su juego de pelota al pie y salida clara desde el fondo, pero se encontró con un rival bien parado, concentrado y que presionó en todos los sectores, cortándole el circuito futbolístico. En medio de ese marco, el partido empezó a caer en la lucha y en la fricción. Como prueba de ello, desde los 3 minutos se empezaron a sufrir interrupciones en el juego por el choque de cabezas entre Cristian Tula y Carlos Izquierdoz en un córner. Este tipo de partido le resultó mejor al rojo, ya que el local cayó en un nerviosismo que no le dejaba demostrar su fútbol y para empeorar la situación se quedó con un jugador menos por la fuerte e imprudente falta que le cometió Pizarro a Claudio Morel Rodríguez, a quince minutos del descanso.
Sin embargo, esta situación no pudo ser aprovechada por Independiente, que con la posesión y control de la pelota, no supo cómo vulnerar al bloque defensivo que armó Lanús. Solo pudo inquietar con un cabezazo desviado de Federico Mancuello.
En la segunda parte, el trámite no cambió, ya que el conjunto de Avellaneda, con un Daniel Montenegro ausente y sin conexión con los delanteros, iba para adelante sin la fórmula para quebrar la defensa granate.
El encuentro recién se equilibró después, con una actitud irresponsable de Tula, quien fue expulsado tras recibir dos amarillas innecesarias en pocos minutos. A poco del final, con Lanús en igualdad de condiciones y unos metros adelantado, Vallés recuperó la pelota y mandó un pelotazo largo para la corrida del paraguayo Fernández, quien le ganó a dos defensores y sacó un remate fuerte que Marchesín, en una rápida reacción, mandó al córner para ahogarle el triunfo al rojo, que intentó muy poco para llevarse los tres puntos
San Martín le ganó al bicho y no se resigna
Mientras las matemáticas otorguen espacio para la ilusión, San Martín de San Juan está aferrado a la ilusión de salvar la categoría hasta el final, por más que varios fallos arbitrales pusieran en jaque su objetivo.
El verdinegro plasmó sobre el campo de juego un rendimiento superior al de Argentinos Juniors y, aunque tardó en efectivizar sus oportunidades de gol, se impuso con total justicia y realizando los méritos necesarios como para cosechar tres unidades trascendentales, ante un rival directo.
El cotejo tuvo un primer tiempo parejo, pero en el segundo tiempo apareció la acción. A los 3 minutos, Affranchino se proyectó y, cara a cara con Fernández, definió mal, pero el rebote cayó en Luna, quien abrió el marcador.
Argentinos padeció luego la expulsión del ingresado Vázquez, por un golpe con el codo al rival, y aceleró su desorden en mediocampo y defensa. Sobre los 37 minutos, apareció Riaño, quien aprovechó la asistencia de Luna, tras una jugada previa de Diego García, y aumentó la diferencia. En el primer minuto de tiempo adicionado, Villalva, de tiro libre, marcó el descuento que solo sirvió para la estadística y en el cuarto Luna marró un penal que atajó Fernández. La victoria resultó merecida para el verdinegro, que sumó tres unidades importantes, aunque aún permanece en zona de descenso (1.128), junto a Independiente (1.139), que será su próximo rival, en una “verdadera final” que se jugará en Avellaneda.