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Un espeluznante homicidio se cobró la vida de un remisero salteño identificado como Julio César Toledo, de 38 años, en cercanías al club de pesca Amigos Pasaje Francia, ubicado en uno de los cinco dedos del dique Las Maderas, en El Carmen, provincia de Jujuy.
El espeluznante hecho que vistió de luto a la familia Toledo y puso en alerta a la sociedad por la inseguridad que se vive ocurrió en la jornada del jueves.
La crónica que parece haber sido sacada de una película comenzó a las nueve en la sede de la remisera La Veloz del Sur, ubicada en la calle Manuela G. De Tood 1369, cuando un hombre ingresó para pedir un remise. Carolina Portal, la operadora de la remisera, desde la sede de la Brigada de Jujuy dialogó con El Tribuno: “Un hombre de aproximadamente 50 años, canoso, de tez blanca, delgado, entró en la remisera fumando un cigarrillo. Me dijo que necesitaba un remise para ir a El Carmen. Yo le dije que el viaje tenía un costo de $450 y me dijo que sí. Julio estaba segundo en la lista de autos para salir, pero como el chico que estaba primero desayunaba, salió él. Fue una casualidad que se vaya con Julio. Antes de subir al auto dijo que antes tenía que pasar por Gemes, para retirar a otra persona y se fueron. Esa fue la última vez que lo vi” contó.
Toledo no volvió a tener contacto con su familia y mucho menos con la operadora de la radio. Dos de sus compañeros junto a uno de sus hermanos, cuando caía la noche y ante la desesperación, salieron a buscarlo por la ruta nacional 9 y finalmente conocieron lo sucedido durante la madrugada del día siguiente, cuando ya estaban en Jujuy.
Trascendió que el sereno del club de pesca Amigos Pasaje Francia, ubicado en el dique Las Maderas, vio pasar pasadas las 14 del jueves el automóvil Volkswagen Suran negro, lo cual le pareció muy sospechoso. La descripción coincide con el vehículo que manejaba Toledo. Minutos después un hombre a pie entró al camping y quiso alquilar un catamarán, pero ante la negativa del sereno, se retiró. A los pocos minutos el hombre escuchó varios disparos.
Asustado, esperó unos minutos y luego salió a la ruta. A escasos 300 metros del club de pesca se hallaba Julio, boca abajo, totalmente ensangrentado y acribillado de 13 balazos.
En ese momento policías de la División Lacustre tomaron la primera intervención, hasta que llegaron efectivos de la Brigada.
Una familia llena de dolor
Liliana Palomo y Ramón Toledo, los padres de la víctima viajaron durante la madrugada a Jujuy para reconocer el cuerpo de su hijo. Lo hicieron acompañados de otro de sus hijos, Rodolfo. Néstor, el tercero de los Toledo, los esperaba junto a dos remiseros amigos de la víctima, quienes ya estaban en la zona.
“Tuve que reconocer el cuerpo de mi hijo, no puedo creer la saña con la que lo mataron. Lo dejaron tirado, se llevaron el auto, su billetera, documentos y celular. No entendemos los motivos. Esto le podía haber pasado a cualquiera de los choferes de la remisera. La policía actuó muy lentamente, denunciamos su desaparición en la tarde del jueves y nadie se percató de nada. El 911, la Brigada y las comisarías no hicieron nada, ni siquiera tenían conocimiento de que había una N.N en el dique, es una vergenza total”, señaló, mientras esperaba sin consuelo que le entreguen el cuerpo de su hijo.
En ese momento su hermano dijo: “Las cámaras del peaje Aunor tienen una toma en la cual se ve el vehículo, a mi hermano manejando y al asesino. Todo el material lo tiene la policía. Queremos justicia” demandó.
La investigación
Al lugar del homicidio se puede acceder por la ruta nacional 9 o por el acceso al dique la Ciénaga lo cual deja la sospecha de la vía por la que huyeron él o los homicidas. La hipótesis que tiene más fuerza señala que los homicidas habrían escapado por la ruta nacional 9.