¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
14°
27 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Cada vez nos parecemos más a Colombia, antes de Uribe

Lunes, 17 de junio de 2013 23:40
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Salta se parece cada día más a Colombia... y a Venezuela. Claro, por distintas razones, porque ambos países se sienten cuna de Bolívar, pero no son lo mismo.

Con Colombia nos une la pasión por el fútbol y, si hubiera prosperado un proyecto de hace treinta años, nos uniría la producción de café. Hay que aclararlo: nadie tuvo la culpa de que ese sueño no prosperara, salvo el clima. De todas maneras, el proyecto bananero tuvo más suerte, porque aunque tampoco a esto el clima lo ayuda, Loutaif le pone muchas ganas, desde hace tiempo.

No, no. El tema es que ahora tenemos inmigración colombiana. Una novedad que llama la atención porque por aquí se afincaron gentes de muchas partes del mundo, aunque los colombianos aparecieron luego de las presidencias de Uribe y de Santos, que le pegaron una paliza al narcotráfico. Está todo bien con los 2.000 inmigrantes, pero algunos vinieron como esclavos, según la AFIP, y otros como sicarios, según comentan en la frontera caliente. Por lo pronto, el veterano policía y experto en narcotráfico René Silisque sentenció que la “lucha contra las drogas se está perdiendo”. mientras que el actual jefe de la Policía, Marcelo Lami, reconoció que hay muchos colombianos en Orán, pero que llegan en carácter de “refugiados”.

Hablemos claro: en esto no hay nada de xenofobia. Que vengan a refugiarse todos los que quieran, lleguen desde donde lleguen. Pero hay varias malas señales provenientes de la ruta de la droga y eso no se arregla con sana sana.

Hace tiempo que la inseguridad y la droga son el reclamo más fuerte de los habitantes de Orán y de San Martín. Si uno les pregunta a los aborígenes sobre sus urgencias, le responden que la más importante es el consumo de drogas entre sus chicos. ­­Se les quema la biblioteca a los antropólogos!!

Todo el mundo sabe lo que pasa, menos los que deberían tomar alguna medida.

Y la culpa no la tienen nuestros nuevos vecinos colombianos, ni siquiera los sicarios, autóctonos o importados, que proliferan por la frontera caliente. El narco es un problema demasiado grande y hay que tomárselo en serio.

Las notas sobre la droga que El Tribuno viene publicando desde hace tiempo ya repercutieron en varios países. El New York Times alertó sobre los vuelos clandestinos y los aterrizajes en pistas ubicadas en el sur de Salta. Sin embargo, la historia de los radares que van a venir y no vienen, o que no funcionan, o que cuando funcionan no sirven para nada porque no hay ninguna forma de parar a esos aviones, indica que lo que no funciona es la política de fronteras.

También se lo están tomando en serio los medios porteños. Los diarios de distribución nacional suelen reproducir -a veces con crédito- todas las cosas raras que ocurren en nuestra frontera y que se informan en El Tribuno. El informe de Jorge Lanata, hace un par de semanas, donde mostró que por la aduana de Salvador Mazza se puede ingresar o salir con un bolso donde caben 30 kilos de cocaína o medio millón de dólares sin que nadie lo revise, indica que él se tomó en serio lo que había dicho este diario. Los que no lo toman en serio son los responsables de la seguridad. ¿Habrá visto el lector el tinglado que levantó la Provincia al lado de esa aduana y que lo presentan como una especie de fortaleza inexpugnable para alojar a 400 gendarmes?.

Nos estamos pareciendo a Colombia, pero antes de Uribe.

Y también nos parecemos a Venezuela, después de Chávez: muchos agravios, muchas descalificaciones, mucha inseguridad preelectoral... Bueno, al menos por ahora nos alcanza el papel higiénico y nos falta el “pajarico”.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD