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Solo en junio salieron 3 millones de kg de harina desde Salvador Mazza

Domingo, 30 de junio de 2013 01:19

Ningún argentino que vea los cientos de carritos que utilizan los denominados “bagayeros” en el puente internacional que separa Argentina de Bolivia entre las localidades de Salvador Mazza y San José de Pocitos alcanzaría a entender porqué motivos en el país aumenta el precio del pan.

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Ningún argentino que vea los cientos de carritos que utilizan los denominados “bagayeros” en el puente internacional que separa Argentina de Bolivia entre las localidades de Salvador Mazza y San José de Pocitos alcanzaría a entender porqué motivos en el país aumenta el precio del pan.

Los principios básicos de la economía de mercado indican que lo que incrementa el precio de cualquier producto es su mayor demanda. Por otro lado, el aumento de la bolsa de harina en la provincia y la dificultad para conseguirlas hace aún más incomprensible lo que ocurre en la frontera norte.

Si la harina, como dicen los propietarios de los molinos escasea porque la producción de trigo se redujo ¿cómo es que sólo por el puente internacional Salvador Mazza- Pocitos circulan cientos de carritos llevando entre 2 y 3 bolsas de harina de 50 kilos cada una? El destino final de esta molienda es Bolivia.


 

Para las autoridades de la Dirección Nacional de Aduanas la harina es para consumo de las dos poblaciones que se encuentran ubicadas dentro de los 50 kilómetros de la línea de frontera. Se trata de los poblados de San José de Pocitos y Yacuiba. Pero esa explicación resulta poco creíble. Es que la cantidad de kilos de harina supera ampliamente las necesidades de estas dos ciudades de Bolivia. Ambos destinos no superan las 120.000 personas.

Sólo en el mes de junio, según fuentes consultadas por este medio de la propia Dirección Nacional de Aduanas salieron hacia Bolivia 106 equipos de harina con una capacidad de 580 bolsas de 50 kilos cada una. Esto dá un total de 3 millones 74 mil kilos de un producto que se supone, aumenta en Argentina porque escasea.

Hecha la ley...

Para julio 46 comerciantes de frontera ya solicitaron un cupo de 120 equipos de harina para venderlos a Bolivia, más un pedido anterior de otros 24. Pero esta venta no se realizará por medio de una operación de exportación sino acogidos bajo el régimen de tráfico vecinal fronterizo. Este sistema flexibiliza el comercio de frontera entre los dos países en una zona comprendida en los 50 kilómetros desde la línea de frontera.

En el caso de Bolivia comprende a San José de Pocitos y a Yacuiba y en el caso de Argentina, la zona llega hasta General Mosconi. Los pobladores que residen en esa zona pueden comprar mercaderías de todo tipo siempre que cada vez que pasen lleven un máximo de 50 dólares.

También según la misma reglamentación aduanera se puede pasar de un país a otro con mercaderías que puedan ser físicamente cargadas. En este inciso de la ley está la razón de porqué los “bagayeros” bolivianos descargan en cuestión de minutos, un equipo de harina de Argentina y cruzan la línea de frontera llevando no más de 3 bolsas de harina cada uno. En cuestión de minutos un equipo es descargado, el producto cruza la frontera y del lado boliviano -a diferencia de lo que dicen las leyes aduaneras- la harina no queda en Yacuiba o Pocitos sino que sigue viaje hacia otras ciudades. Los camiones vacíos aguardan en la playa de San José de Pocitos ubicada a menos de 30 metros del puente internacional. Allí llegan cientos de pasadores identificados todos con una chaqueta de una suerte de sindicato.

En definitiva y según fuentes consultadas de la propia dirección de Aduanas, solo un 8 por ciento de la harina que cruza la frontera queda en esa zona de tráfico vecinal; el resto sigue viaje hasta otras ciudades como Santa Cruz de la Sierra.

Un comerciante de Salvador Mazza que pidió reserva en su nombre confió que el viernes en horas de la tarde “teníamos prevista una reunión con gente de aduana porque a cada comerciante calculamos que nos tocará un promedio de 6 equipos para vender a Bolivia. El problema que tenemos es que los molinos dicen que no tienen harina por falta de trigo y si así fuera se nos complica para vender bajo este régimen que no es exportación. Para operar tenemos que tener al día los impuestos municipales, provinciales y nacionales”, explicó.

Niegan que exista desabastecimiento

Raúl Matwiejuk, administrador de la Aduana de Salvador Mazza, precisó que “el traslado de bolsas de harina que realizan los pasadores se realiza bajo el régimen de tráfico vecinal fronterizo”.

“Es la venta de mercadería a consumirse en un radio de 50 kilómetros tanto para el lado argentino como para el lado boliviano. Se trata de productos que pasan un estricto control. Su comercialización está a cargo de unos 50 comerciantes debidamente instalados en la localidad de Salvador Mazza, una especie de venta de mostrador”, detalló el administrador.

El titular de la Aduana de Salvador Mazza explicó que “las cantidades en cuanto a la mercadería que va a ingresar está establecidas por resolución de la AFIP. Por tanto no puede excederse de esas cantidades. En la actualidad ese tráfico está ordenado, controlado a diferencia de lo que sucedía años atrás. Pero lo que debe quedar claro es que actualmente no tenemos ningún informe de ningún organismo oficial referido a un supuesto desabastecimiento en la región particularmente en cuanto a harina de trigo. De producirse algo referido a desabastecimiento de este o de cualquier otro producto se adoptarán las medidas que correspondan” precisó.

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