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En otro diario de nuestra ciudad, un columnista, licenciado en historia, filosofía, tiene una ironía manifiesta con la sociedad Argentina y sus habitantes, ya que así son sus pedantes diatribas, con todos aquellos a quienes se refiere despectivamente, en su artículo del 27 de Mayo. En la misma los llama de “esa chusma, mezcla de originarios y gauchos matreros, sasonados con negros, mulatos y zambos”.
Por el contrario, añora el ideal de Domingo Faustino Sarmiento, de “mejorar” la raza mezclando la sangre con gringos ingleses, para que nuestras calles sean transitadas por esbeltos y gallardos jóvenes de raza anglosajona.
Pero digo yo. ¿Por qué no traslada su impecable residencia a su querida Inglaterra, y se terminaría su calvario terrestre de vivir su corta y cochina vida, en esta tierra de gallordos calchaquíes? Allá podrá disfrutar mejor, tal vez, de sus bebidas exóticas, de sus cigarros franceses o cubanos.
Este señor seguramente de origen vasco, debería trasladar su espalda virgen al Reino Unido, porque estoy seguro, de que nunca ni se agitó con ningún esfuerzo en su vida burguesa y terrateniente.
Dichas estas pocas palabras, me voy a disfrutar de un sabroso locro, y un vaso de chicha de maíz, como buen originario que soy de este grandioso continente indígena
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