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Susana Leiva, la mujer cuyo cadáver fue encontrado en el pozo ciego de su casa de la localidad bonaerense de Temperley, fue apuñalada antes de morir estrangulada, según lo reveló la autopsia que se le practicó.
De acuerdo con los informes forenses, el cuerpo de la joven empleada doméstica asesinada tenía heridas cortantes y quemaduras de cigarrillos en la espalda, y se sospecha que el asesino podría haber actuado junto a un cómplice, al menos para deshacerse del cadáver. Según el informe preliminar, la mujer falleció por estrangulamiento, pese a que también recibió cuatro puñaladas. Además, de acuerdo con el estudio forense, Leiva tenía quemaduras presuntamente de cigarrillos en su espalda, que podrían ser anteriores al día de su asesinato.
Asimismo, los forenses determinaron que la víctima fue asesinada en la noche del jueves, dato que coincide con el relato de sus familiares, que denunciaron su desaparición el viernes. Ese mismo día desapareció su esposo, el portero Alberto Ponce, quien finalmente fue detenido en un operativo antidrogas de la Policía Federal. Los investigadores del caso sospechan que el día del asesinato, los dos hijos de la pareja se encontraban en la casa de Temperley, en donde se sucedieron los hechos y en donde finalmente fue encontrado el cuerpo de Susana.
Las hermanas de Leiva habían denunciado antecedentes de violencia de género del esposo de Susana, quien se negó a declarar ante el fiscal Héctor Toneguzzo, de la Unidad Funcional de Instrucción. Cabe recordar que Ponce fue capturado en Buenos Aires horas después de que la Justicia lo sindicara como el principal sospechoso por el crimen de su pareja, quien apareció muerta en el pozo ciego de su casa, en Temperley.
El hombre, que se desempeñaba como portero de edificio en Capital Federal, asistió ayer a la audiencia realizada en la UFI3 de los tribunales del partido bonaerense de Lomas de Zamora. Sin embargo, se negó a declarar, aseguró el abogado querellante, Jorge Monastersky. El fiscal Héctor Toneguzzo notificó a Ponce y a su defensor de que se agravó la acusación de homicidio simple a femicidio, delito que se paga con prisión perpetua.
Monastersky relató que en la audiencia se exhibieron las fotos de la autopsia de Leiva.
“Muestran que fue golpeada fuertemente en el rostro y sufrió varios puntazos en la zona abdominal”, aseguró. Fue entonces que Ponce optó por no declarar, por consejo de su defensor oficial.
El letrado solicitó al fiscal que cite a declarar como testigos a todos los familiares de Ponce”, así como “al hijo mayor de Leiva (de 10 años) bajo cámara Gesell. Monastersky dijo ayer que no descartaba que haya más de un autor material del crimen. También sugirió que podría haber alguien que haya “colaborado en hacer desaparecer el cuerpo”. Su sospecha, explicó, radica en que Leiva “tenía la cara muy golpeada y especialmente en un ojo y a la altura de la pera”.