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Convendría hacer saber al diputado nacional Alfredo Olmedo, que la vigencia de la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales de Derechos Humanos suscriptos por Argentina impiden que los jueces de nuestro país “no sean garantistas”. Antes bien, les imponen ese deber, el de impartir justicia, “garantizando” la plena vigencia de los derechos humanos, a víctimas y victimarios, ricos y pobres, delincuentes comunes y de guante blanco. Su diatriba contra la delincuencia o contra el aborto no punible no se solucionan descargando responsabilidades en los jueces, a quienes el diputado parece reclamarles que materialicen una sed de venganza social o colectiva que él encarna. Se soluciona con políticas públicas que lucen ausentes en sus propuestas de campaña. Entiendo que hay una larga lista de cuestiones sobre las que convendría que el Sr. diputado tomara conocimiento, que excederían esta carta de lectores, para evitar que en el futuro siga, en mi criterio, involucionando en sus propuestas legislativas.
Disiento respetuosamente por último con su reciente slogan: que el servicio militar hace más hombres a los hombres, o que los dotes de valores o “espíritu”. Eso no depende del servicio militar. Prefiero un servicio educativo con lectura obligatoria de la Constitución, por el que bien podrían comenzar nuestros legisladores.
Sebastián Aguirre
Cafayate