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Casi tres meses después de la extraña muerte de Marcos Ortega, el joven remisero de 25 años que supuestamente se arrojó de un auto en movimiento el 17 de junio pasado, la causa está por dar un vuelco rotundo: encontraron sangre en el vehículo y un testigo dijo que vió a un grupo de personas dentro del mismo, minutos antes del supuesto suicidio.
El Tribuno tuvo acceso, en exclusiva, al expediente de la causa que lleva adelante el fiscal Penal de Cerrillos, Gabriel Federico Portal, donde hay documentación, testimonios y otros elementos que hacen suponer que se trató de un crimen y que tendría como protagonista a la pareja del fallecido, Miriam Guaymás, de quien la defensa del joven, a cargo de Santiago Pedroza, pedirá su inmediata detención.
Cabe recordar que este diario contó detalles del hecho, ocurrido en la Circunvalación sureste cuando supuestamente Ortega se arrojó del coche que conducía a 80 kilómetros por hora, y dejó al descubierto la defectuosa investigación de parte de la Justicia. Mientras, un medio gráfico oficial trató de encubrir o al menos confundir la información, publicando la fotografía de un automóvil volcado que nada tenía que ver con el de Guaymás, en otra autopista.
Entre los datos más sobresalientes del expediente, se conoció que tras la pericia del Chevrolet Corsa, se encontró restos de sangre dentro del coche, los que serán estudiados para determinar si coinciden o no con los del remisero.
Además, un compañero de trabajo del joven, identificado como José Alberto Choque, parece ser el testigo clave que la defensa buscaba, ya que indicó que esa noche él regresaba a Cerrillos por la Circunvalación y vió al Chevrolet Corsa de Guaymás “con mucha gente” a 20 metros de la rotonda que conecta con el camino a San Agustín. El auto estaba en el sector derecho de la cinta asfáltica con las luces apagadas. El testigo afirmó que al volver, unos 40 minutos después, ya lo observó a 800 metros de ese lugar, sobre el lado izquierdo de la ruta, rodeado de policías.
Por otra parte, el médico Octavio Alejandro Guanca declaró que no observó raspaduras u otras lesiones, en el cuerpo del joven fallecido, algo que ya había detallado Stella Orozco, la madre de Marcos, quien al revisar a su hijo en el hospital San Bernardo, solo vió el golpe certero que tenía en la cabeza.
Por último, otro compañero de Ortega, que fue identificado como Roberto Eduardo Reyes, le contó al fiscal Portal que a veces Marcos usaba el automóvil de Miriam Guaymás para trabajarlo como remise y que dentro del mismo había un elemento contundente, como una especie de “garrote”.
Reyes no especificó de que material estaba construido, pero contó que Ortega lo usaba únicamente para protección.
La defensa del joven le comentó a este matutino que extrañamente “el "garrote' que estaba permanentemente en el auto, desapareció y jamás se lo volvió a ver”, por lo que suponen que ese objeto fue arrojado después de su muerte y que podría haber sido el arma que el o los asesinos habrían utilizado para golpear de forma letal a Ortega. El joven llegó al centro médico con muerte cerebral y a las pocas horas murió.
Luego, la autopsia que determinó que las causas del fallecimiento se debieron a traumatismo encéfalo craneal grave y sus órganos fueron donados prácticamente de inmediato.
La confusa declaración de Guaymás
Miriam Guaymás admitió haber sido pareja de Marcos Ortega durante más de un año, pese a que él tenía otra novia.
“La familia de Marcos nunca me aceptó y esas presiones lo llevaron a quitarse la vida”, dijo en una entrevista concedida a El Tribuno.
“Esa noche (por la madrugada del 17 de junio, día en que el joven murió) fuimos a dejar a unos amigos a un boliche en Salta capital y cuando regresábamos, él quiso chocar en varias oportunidades. Es más, me abrió la puerta para que yo también me arrojara del vehículo” contó.
Miriam dijo que no vio cuando Marcos se tiraba, porque “iba rezando”. Tampoco explicó por qué el coche no se estrelló ni por qué no tiene raspones en su cuerpo.