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7 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
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Debe recuperar el ?tesoro?

Domingo, 04 de agosto de 2013 22:14
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Las argucias del fluctuante mercado, la alta valoración de futbolistas que pasaron por Salta con un trampolín que los catapultó hacia mejores realidades y el prevalecer del “mejor postor” por sobre los compromisos tácitos impidieron que Gimnasia y Tiro, pese a los pedidos insistentes de su DT Víctor Riggio, pueda mantener la base intacta de aquel plantel que tantas satisfacciones le dio al hincha en la temporada pasada. La intención unánime que se imponía entre las tres patas estructurales tras la eliminación en manos de Deportivo Maipú era la de fortalecer el entendimiento y la identidad de un equipo armado para apostar al ascenso, con el sostén de una base. Sin embargo, las vicisitudes antes planteadas y la promesa implícita de jugadores clave que se marcharon por mejores augurios económicos (Diego Ianiero, Osvaldo Young e Iván Agudiak), más el escaso interés de la dirigencia por retener a otros nombres no menos importantes (Sebastián Vezzani y Maxi Gómez) desmantelaron una porción importante de aquel “equipo” que hoy brilla por su ausencia tras los primeros amistosos de pretemporada y que hoy se intenta refundar. Aquella instancia lógica que consiste en transformar un “plantel” en un “equipo” es el inmenso desafío del Tano y de su nuevo Gimnasia de cara a la competencia que arrancará el viernes 16 de agosto, frente a Tiro Federal de Rosario en el Gigante del Norte.

Los ensayos futbolísticos previos a un campeonato no son tajantes a la hora de avizorar un futuro competitivo ni rigen el destino de los equipos en la víspera. Sí otorgan entendimiento dentro de un grupo y permiten conclusiones parciales sobre los refuerzos, el funcionamiento colectivo y el diseño del modelo táctico o la identidad.

En este sentido, la categórica goleada en contra que recibió el albo por parte de Juventud Antoniana el pasado viernes encendió algunas alarmas que Riggio no puede pasar por alto. Si bien permitió extraer aspectos positivos, la prueba ante el santo desnudó que aún se debe trabajar mucho para solidificar, fortalecer y ensamblar una identidad entre los sobrevivientes del último proceso y las nuevas incorporaciones, quienes mostraron luces y sombras frente a un conjunto más armado y que exhibió superioridad.

Los equipos se arman de atrás para adelante, pregona un axioma del fútbol. Y a la hora de desmenuzar las piezas; Martín Perelman dudó y contagió sus propias incertidumbres en el clásico, más allá de sus conocidas condiciones: escasa reacción en el gol de Martínez y titubeo en el de Rodrigo Sánchez, lo que hace suponer que crecen aún más las chances del uruguayo Ernesto Hernández en la valla.

El escaso trabajo futbolístico en este tramo de la pretemporada y la notable diferencia de resto físico con relación a su rival de prueba marcan una pauta de déficits que están a tiempo de corregirse. Además del dilema del arco, Riggio aún no determinó cuál será el esquema defensivo que utilizará como caballito de batalla. El oficio de sus nombres hacen prever que podrá conformar nuevamente la habitual línea de tres, más allá de los problemas defensivos evidenciados. Diego Guidi es fuerza y personalidad y Gastón Suso una fiera que impone presencia, pero a ambos les falta afianzarse. Ni uno ni otro pudieron neutralizar a la dinámica delantera antoniana, sobre todo el ex-Rafaela en los relevos con Mambrú Villarreal por el sector izquierdo, donde el equipo hizo “agua” ante cada embestida de Nicolás Aguirre. También es notoria la ausencia de referencias de marca en el círculo central, contrastando con la superpoblación de volantes dúctiles y buen pie, incluso en mayor cantidad que el año pasado (Saucedo, Ceballos, Chaves, Guglielmi, Ascencio, Vazzoler). Se adolece de una alternativa fuerte para competir con un hoy irregular Cabrera.

Por su parte, el poderío de ataque dependerá de la recuperación plena de Leandro Zárate y de otro 9 de oficio como Gonzalo Rovira, que es una incertidumbre pese a su curriculum. Claudio Acosta, con más confianza y una puesta a punto en lo físico podría significar un buen socio. Aunque no se obviar el buen momento de Mauricio Hoyos, parte de aquella materia prima que terminará compensando las carencias de un equipo corto.

El gran desafío de este “tuneado” Gimnasia será recuperar el tesoro perdido y consolidar aquel “equipo” que quedó en el camino.

 

 

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