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A pocos días de la primera contienda electoral 2013, volvieron a aparecer las dudas. La empresa que tendrá a cargo el escrutinio de los comicios de agosto y octubre informó ayer que en Buenos Aires, la provincia con mayor caudal electoral del país, “es muy probable que haya demoras en el recuento de votos”. Lo mismo ocurriría en San Luis.
A modo de anticipo, Guillermo Lamadrid, gerente de Procesos Electorales de la empresa española Indra, que estará a cargo de los escrutinios, señaló que “habrá demoras en el recuento de los votos en Buenos Aires y San Luis, por la cantidad de categorías que tienen. Para el caso bonaerense, al que se destinarán 220 del total de 1.550 empleados afectados al operativo, se estima que se empezará a ver una tendencia después de las 11 de la noche”.
De todos modos, el funcionario también consideró que en las elecciones de agosto y las legislativas de octubre es “casi imposible” que haya fraude, “por tratarse de elecciones generales, muy grandes. Distinto sería en un municipio con 100 votantes, en el que dos o tres votos pueden ser decisivos”.
De la misma manera, rechazó las acusaciones contra la empresa ibérica en países como Venezuela, al señalar que “no participamos allí desde el año 2000, cuando nos retiramos”.
“Intervenimos en procesos del Reino Unido, en Noruega, Francia, Chile, Colombia y El Salvador, pero la sospecha de fraude ocurre previamente siempre en América Latina, excepto en Chile, donde el nivel de institucionalización es mayor y la cantidad de partidos, prácticamente dos, mucho menor”, agregó.
“Son siempre denuncias por televisión que nunca llegan a la Justicia”, concluyó Lamadrid .
Duro cuestionamiento
El diputado bonaerense del Frente Amplio Progresista Juan Carlos Juárez cuestionó también al director nacional electoral, Alejandro Tullio, quién reafirmó que el recuento podría prolongarse debido a las distintas innovaciones que se instrumentaron con la última modificación de la ley electoral.
Al respecto, el legislador dijo que le parece “sospechoso que el Ejecutivo nacional salga previamente a anunciar que el proceso de conteo va a extenderse más de lo normal”.
De todos modos, el que marcó la diferencia y dio seguridad en el proceso electoral fue el Ministerio de Defensa, que dispuso para las elecciones del domingo próximo un total de 87.948 efectivos, correspondientes a las Fuerzas Armadas, de seguridad y de policías provinciales.
Asimismo, se informó que estarán a disposición 5.000 vehículos terrestres, ocho helicópteros, dos aviones y siete embarcaciones.
Los soldados, gendarmes, prefectos y policías estarán desplegados en los 24 distritos electorales, donde habrá 13.209 locales de votación en los que custodiarán 90.690 mesas, y se utilizarán equipos de comunicaciones e informática del Ejército.
De la misma manera, el operativo electoral incluirá la seguridad del sufragio en 243 unidades penitenciarias del país. La misión de preservar y asegurar el orden durante las elecciones a través de las Fuerzas Armadas y de seguridad, coordinar y ejecutar las medidas de seguridad dando vigilancia en los locales de votación, custodia de las urnas y en los distintos centros de cómputos y juntas electorales es responsabilidad del Comando General Electoral, creado por decreto presidencial.
De los 87.948 efectivos, 35.699 pertenecen a las FFAA, 16.339 a las fuerzas de seguridad federales y 35.910 a las policías provinciales.