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Nuevamente el bullying, la violencia se hizo presente en las escuelas. En esta oportunidad, se registraron dos nuevos casos en el conurbano bonaerense. El primer hecho ocurrió en la escuela secundaria número 10, donde Gonzalo, de 13 años, fue baleado con rifle de aire comprimido detrás de la oreja, durante un recreo. La familia del menor asegura que el tiro provino desde afuera del establecimiento educativo.
Lo cierto es que desde el momento que ocurrió -hace tres meses-, estuvo internado y hoy, ya recuperado, tiene miedo de volver a clases. Los familiares del adolescente sostienen que otro grupo de alumnos, que va al turno mañana, agredió en la cabeza a la víctima.
En tanto, en la localidad de Quilmes, una joven de 14 años fue violentamente atacada por 11 compañeras de su colegio, quienes la emboscaron a la salida y la golpearon salvajemente, supuestamente por “ser linda”. Según detalló María Teresa, la madre de la menor agredida, sucedió en una escuela ubicada en la avenida Calchaquí y Alem. “Le rasguñaron la cara y le dejaron heridas profundas”, sostuvo la mujer, quien dijo que todo comenzó cuando una compañera “la miraba mal porque llamaba la atención”. Asimismo, relató que la golpearon fuertemente y le dejaron moretones en todo el cuerpo.
Sobre el incidente del martes, relató que “la agarró esta chica de atrás, pero venía en grupo, eran 11, todos los golpes fueron en la cara, en los brazos tiene magullones porque luego le tiraron con piedras”, y añadió que “el problema viene porque mi hija llama la atención, es grandota”.
“Los chicos la siguen, está desarrollada. Que se yo, por ahí mi hija la miró mal alguna vez, no lo sé, son muy especiales los chicos a esta edad. Pero no se justifica que le peguen como lo hicieron, que la lastimen de esa forma tan salvaje”, agregó.
De igual forma, dijo que la principal agresora tiene 15 años. “Todo el grupo va a la misma escuela, pero es de un grado más. La venían amenazando desde hace tres meses”, dijo María Teresa, en declaraciones C5N, agregando que su hija “no le contó al director, tampoco a mí de lo que venía pasando”.