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Un crimen con saña tuvo lugar en el barrio Las Colinas, ubicado en la zona este de la capital salteña.
El sábado, a las 19.30, una familia de apellido Flores, que estaba realizando una mudanza, ingresó por un precario y estrecho pasaje para llevar muebles a una casilla de madera, ubicada sobre la ladera de un cerro.
El pasaje era la única vía que tenían para poder llegar a su hogar.
Repentinamente, un sujeto identificado como Orlando Soto (35), que reside en una casa contigua a la de familia mencionada, salió de su vivienda, en aparente estado de ebriedad. Totalmente fuera de control, el vecino comenzó a insultar a Iris Flores (33), quien se estaba mudando al barrio y a sus hermanos que la estaban ayudando: Karin (27), Aníbal (32) y Erik Flores (34) y a reclamarles porqué habían sacado el alambrado. Iris intentó calmar la situación pero el individuo la agredió y sus hermanos intentaron defenderla. Se inició una terrible y sangrienta gresca, de la cual participaron también el hermano del sospechoso, Omar (32), y un amigo de ellos, Matías Castillo (18).
Un vecino que fue testigo de todo lo ocurrido manifestó a El Tribuno: “Un casero, Marcelo Laime (32), conocido como “Pollo”, salió a abrir el pasaje. El sacó el alambrado, pero lo hizo porque supuestamente los Soto le habían dicho que no había ningún problema, que tenía permiso. Cuando la familia Flores entró por el pasaje, salió Orlando de su casa y gritaba que quería pelear. Algunos miembros de la familia Flores entraron a su vivienda, pero después salieron los Soto y Orlando gritó pidiéndole a su esposa que le pasara un cuchillo. Ella sacó un cuchillo carnicero de mango blanco, entonces él fue y buscó pleitos en la casa de los Flores. En ese momento Karin intentaba entrar a su casa pero no lo dejaron, le tiraron piedras.
Entonces salió corriendo pero lo alcanzaron y le pegaron. Su hermana Iris lo quiso ayudar y agarró una tabla y le pegó en la cabeza al hermano del agresor, pero éstos la patearon, le pegaron piñas y le apuñalaron la mano. Karin se metió para defenderla a ella, pero Omar le dio una puñalada en el estómago que le llegó hasta el corazón. Karin caminó, cayó a pocos metros y se murió”, relató con lágrimas en los ojos.
Los hermanos del fallecido: Aníbal y Erik, como así también Laime, quedaron internados en el hospital San Bernardo, con lesiones con arma blanca. Fuentes policiales informaron que los agresores habían asegurado semanas atrás haber sufrido un robo de dinero, por lo que colocaron un alambrado en la entrada del pasaje, impidiéndole el paso a los vecinos que residen en la parte posterior de la parcela, donde está ubicada su casa.
La Policía detuvo a Castillo en el lugar del hecho y a Belén Cuse (30), esposa del prófugo. Los otros acusados se habían dado velozmente a la fuga en motocicletas. Dos cuchillos fueron secuestrados en la vivienda de la familia Soto. Minutos más tarde, Omar Soto fue atrapado mientras comía un sándwich en la intersección de la avenida Autódromo y Oscar Cabalen. Hasta el cierre de esta edición Orlando Soto permanecía prófugo. En la casa de sus parientes, situada en la calle Morón Giménez del barrio Mirador, secuestraron dos bermudas con manchas de sangre.
“La culpa es del Gobierno y de Tierra y Hábitat”
Los vecinos del barrio Las Colinas manifestaron su malestar, indignación, dolor y enojo por lo sucedido.
“Vivimos en una situación irregular en relación a las tierras. Se supone que el Gobierno debería regularizar las parcelas de cada vecino. Tierra y Hábitat no hizo absolutamente nada por la urbanización del barrio. No tenemos calles, ni pasajes. Hace una semana este vecino, Soto, que supuestamente fue víctima de un robo, cerró un pasaje que permitía el paso de varios vecinos a sus casas. Este impedimento, esta acción, llevó a que se desencadenara el conflicto que terminó con el vecino asesinado. Exigimos soluciones”, manifestó Miguel Quiroga, presidente del centro vecinal.
Antecedentes
“Hay denuncias anteriores en la subcomisaría Autódromo por amenazas de muerte. Lo de anoche (por el sábado) fue como una cacería humana y todo por un pedazo de tierra. ¿Acaso esperan más muertes para hacer algo?”, sostuvo Orlando Yurquina, Coordinador del Consejo barrial.
“Todo esto es culpa de la inacción del Gobierno y de Tierra y Hábitat. Este vecino ya decía que iba a matar a alguien, siempre gritaba “aquí va a haber un velorio. Que no me entere de que alguien cruce el pasaje”, sostuvieron los residentes del lugar.
Interviene en el caso la fiscal penal 2 Gabriela Buabse y el Juzgado de Garantías de turno. Se estableció una audiencia para hoy.