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Legisladores nacionales denuncian abandono de la narcofrontera

Miércoles, 21 de mayo de 2014 01:34
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Durante dos días, siete diputados nacionales de la oposición estuvieron recorriendo la narco-frontera salteña, señalada como una de las puertas de entrada de la cocaína a la Argentina. Los legisladores se juntaron con funcionarios de la Justicia Federal, que expresaron abiertamente su preocupación por las condiciones en las que trabajan y las carencias que enfrentan cotidianamente. “Estamos desamparados”, dijo un secretario del Juzgado Federal de Orán. En la localidad de Aguas Blancas los diputados del PRO, el movimiento político que respalda a Mauricio Macri, quedaron sorprendidos con el “descontrol del contrabando” que ingresa ilegalmente al país, frente a las narices de las fuerzas de seguridad. Por Campo Duran, la comitiva llegó andando a Bolivia con cuatro camionetas y sin ningún control por el paso de El Pajial. En Salvador Mazza, un oficial contó que en tres kilómetros funcionan cerca de 20 pasos clandestinos.

“En 3 kilómetros hay más de 20 pasos clandestinos”; “se desintegró el tejido social con la desaparición de YPF en el Norte”, escucharon los diputados.

La comitiva estaba integrada por los diputados: Gladys González, de la provincia de Buenos Aires; Gisela Scaglia, de Santa Fe; el contador Roberto Pradines, del Partido Demócrata de Mendoza; el abogado constitucionalista, Pablo Tonelli; la presidente de la Comisión de Legislación Penal, Patricia Bullrich, de Unión Por Todos y el jefe del bloque del PRO en la Cámara, Federico Pinedo. El local Guillermo Durand Cornejo, del Frente Salteño, ofició de anfitrión y organizador. También estuvo el secretario de Seguridad Ciudadana de la ciudad de Buenos Aires, Horacio García. El domingo último, un grupo de los visitantes, se reunió también con los camaristas Jorge Luis Villada y Renato Rabbi-Baldi Cabanillas.

Los representantes del pueblo elaboraron un informe que elevarán a los tres poderes del Estado y una serie de acciones y proyectos de ley para proponer soluciones concretas.

“Las conclusiones son devastadoras: desarticulación absoluta del aparato estatal preventivo y represivo del delito; limitación extrema y absurda de las fuerzas de seguridad; desprotección de la frontera; limitación extrema y absurda de medios de fiscales y jueces; inacción generalizada de policías y organismos aduaneros y de migraciones; abandono de la función estatal en todas esas áreas y desmoralización terminal del escaso personal afectado a esas tareas”; “la cantidad de funcionarios es absurda para las necesidades locales y las leyes no se cumplen”; “peligran los chicos y la democracia”, dice el informe.

“Estoy esperando que me agarre dengue para irme de acá. Es frustrante”, confesó un gendarme.

LA OPINION

Patricia Bullrich, presidenta de la Comisión de Legislación Penal de Diputados:

“Es evidente que acá hay una orden no escrita. Así como Guillermo Moreno en su momento dio una orden no escrita para ocultar los datos del Indec, en la frontera existe una medida de dejar pasar. La Gendarmería Nacional si cumple con la ley es sancionada. La orden es: si vos ves pasar a bagayeros, que no sabés si llevan ropa o droga, a 100 metros de donde estás parado, no los detengas. Es un estado de ilegalidad habilitado. Eso es lo que no se puede permitir. 
Creo que las fronteras son un gran agujero del Estado argentino que, me parece, es una mezcla de varias ausencias: ausencia de oportunidades, ausencia de educación y formación. La mayor parte de la violencia que sufre la Argentina se debe al narcotráfico”.

 Gendarmería:
“Estamos sobrepasados”; “el narcotráfico reemplazó al Estado en generar ofertas laborales”; “nos superan en número”.

Bullrich: “Vimos un límite internacional descontrolado por el mismo Estado, que ha decidido dejar pasar y dejar de controlar”.

Pinedo: “Parece un caso de desmantelamiento premeditado en beneficio del contrabando, el narco y la trata de personas”.

García: “No hay suficientes jueces, fiscales, gendarmes, policías, aduaneros y después dicen que es imposible controlar

 El duro informe
“Los habitantes saben que autoridades no cumplen ni hacen cumplir las leyes, de modo que están librados a su suerte. Un mundo sin ley”.

Reunión con funcionarios de la Justicia Federal de Orán

“Los juzgados están de guardia las 24 horas de los 365 días del año, con titulares que piden licencia por stress. Los fiscales no tienen adjuntos y carecen de recursos para pagar el transporte de los testigos que quieran declarar, poniendo en riesgo sus vidas. Todos están amenazados y saben amenazadas a sus familias. Los gendarmes se avergenzan de identificar a alguien en los puestos de control, porque a su costado pasan miles de indocumentados”, dice el informe

“Ahí va la Bullrich. Frenala y revisala. Que se cague”

En el puesto 28 de Gendarmería sobre la ruta nacional 50, el contrabando se burla de los controles. La comitiva miraba azorada como los bagayeros burlaban todo control. “Ahí va la Bullrich. Frenala y revisala. Que se cague”, dijo un gendarme. Al desafortunado comentario lo escuchó Roberto Pradines, que pidió explicaciones. “No me importa que me controlen a mi, me importa que no controlen a los que están pasando contrabando a 100 metros de sus narices”, le dijo Bullrich a un jefe.

“Nunca imaginé un descontrol tan evidente”

Pablo Tonelli mira el cristalino río Bermejo y pregunta: “¿Qué son esas balsas que pasan a 100 metros de los gendarmes?”. Se trata de una práctica habitual en Aguas Blancas para esquivar los controles fronterizos. “Nunca imaginé que el descontrol sería tan evidente. Es increíble ver que se está cometiendo un delito mientras los gendarmes observan”, dijo el diputado Pablo Tonelli. Tres bagayeros se retrataron con los legisladores. “Foto con los contrabandistas”, pedían.

“Esto no es una frontera, es la anarquía y la ausencia”

Por el paso clandestino de El Pajial, en Campo Duran, se llega a Bolivia en camioneta sin ningún control. “Hay abandono del Estado sobre el territorio nacional y el control. Es gravísima la situación porque en el norte cualquiera puede entrar y salir, pero en un marco de narcotráfico, se van a necesitar décadas para revertir esta inacción del Gobierno. No debe sorprender que la Argentina sea un exportador de droga después de lo que vimos en El Pajial”, opinó Durand Cornejo.

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