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Quizás saliste a comer afuera, lo viste en algún plato, no supiste qué era y lo hiciste a un lado. Error. Esas hojas verdes y enruladas que ninguneaste son de kale o col rizada, una hortaliza de origen asiático que en Argentina va ganando terreno por sus beneficios para la salud. Pero si nunca tuviste la oportunidad de verlo o probarlo, te contamos que es una planta crucífera, pariente del brócoli, la coliflor y los repollitos de Bruselas.
Si bien en Europa lo usan desde hace siglos, su popularidad ha ido fluctuando según las épocas, y por estos días, en Nueva York, el jugo de kale es un boom y se consigue como acá se consigue una limonada. Todos sus promotores coinciden en que es el nuevo “superalimento” por sus propiedades. Para que tengas una idea, va un dato: en Inglaterra, durante la Segunda Guerra Mundial, el kale fue clave para mantener a la población inglesa saludable, porque proporcionaba gran parte de los nutrientes que faltaban por la escasez de comida.
Más cerca de estas latitudes, en Brasil lo usan para acompañar la popularísima feijoada. ¿Te empieza a sonar? ¿No? Pasa que en nuestro país todavía no está muy difundido, es una tarea titánica encontrarlo en las góndolas y todavía son muy pocos los productores que se animan a cultivarlo a granel. Lo conocen y lo consumen, sobre todo, quienes están en la movida de la comida vegetariana.
Todo nutrientes y sin grasa
Tiene un alto contenido de agua, muy pocas calorías y es bajo en sodio. ¡No tiene grasas! Por eso, es ideal para incluir en la alimentación diaria y también vale la pena tenerlo en cuenta en las dietas de las personas con sobrepeso y con colesterol elevado. Es una gran fuente de vitaminas C y K, y además favorece la formación de la vitamina A.
También aporta niveles significativos de vitaminas B1, B2, B6 y E. ¡Es súper completo! En términos generales, estos nutrientes disminuyen el riesgo de tener resfríos o gripes, ayudan al crecimiento y desarrollo de huesos, piel, uñas, pelo y esmalte de los dientes y a la visión; contribuyen a la prevención de enfermedades infecciosas y estimulan ciertas funciones inmunes.