Salta, sin políticas de Estado para incluir a los ciudadanos sordos

Algunos nacieron sin conocer lo que son los sonidos. Otros fueron perdiendo la audición a medida que crecían. Comenzaron a vivir pero el silencio les llegó en la niñez. Eso no los detuvo, claro que las cosas se les hicieron más difíciles, desde poder ir a la escuela, hasta conseguir un trabajo. Para la mayoría el peor momento fue la adolescencia. Muchos dejaron de estudiar, y se resignaron a estar alejados del mundo. Aceptar ser sordos fue también un proceso largo y doloroso. Si bien Salta cuenta con instituciones destinadas a facilitar su inserción, la vida diaria es muy distinta a la que se presenta con los pares. Sordos con sordos se comunican, principalmente, con el lenguaje de señas. El problema se presenta cuando deben asistir a una escuela común, en la que los maestros y profesores no manejan el lenguaje de señas para dar clases. O cuando recurren a un hospital público, donde se acostumbra a llamar al paciente, pero... ¿cómo saber que es tu turno si no escuchas?
Salta cuenta con tres instituciones reconocidas que trabajan con niños y jóvenes sordos. Una de ellas es Efeta, en Buenos Aires 362. En la actualidad, a la escuela asisten 90 niños. Gladys Guanca es docente de la institución y también miembro de la Comisión de la Asociación de Sordos de la provincia de Salta (Asorsa). En una entrevista con El Tribuno, la docente confirmó que de los 90 inscriptos en la escuela 30 están integrados en escuelas comunes. Tanto en las salas de estimulación temprana hasta en los últimos cursos del secundario.
En la Asociación de Sordos de la provincia de Salta (Asorsa) se brinda asesoría sobre todo lo relacionado a las personas sordas y la lengua de señas argentina y sobre cuestiones de educación y tecnología, a modo informativo. "Por otro lado, tenemos equipos de personas sordas entrenado en deportes como vóley, fútbol y básquet y, en ocasiones, atletismo, golf y hockey, a los que pueden acercase a consultar", agregó Guanca.
Desde el Centro de Rehabilitación Oral para Sordos e Hipoacúsicos (Crios), en Tucumán 667, se trabaja en la adopción del lenguaje oral y escrito de los sordos. Esta institución es privada, ofrece educación aconfesional y es arancelado. En este centro se ofrece educación especial en nivel Inicial, EGB 1 y EGB 2, estimulación temprana y ayuda para integración escolar. Claudia Sánchez dialogó con El Tribuno para contar la situación en la que viven los sordos en Salta. "Desde la creación de la escuela ya pasaron por la institución 400 personas. El objetivo principal es lograr la inserción laboral de las personas sordas", explicó la licenciada. Si bien la entidad es privada, atiende a los niños con obra social y también a los que están en proceso de adquirir el certificado de discapacidad.