inicia sesión o regístrate.
Luego de participar de una de serie de actos en Buenos Aires, el sábado 6 de noviembre la pareja real se embarcó rumbo a Salta, ciudad que por primeravez recibiría monarcas europeos.
A las tres y media de la tarde, el avión de la Real Fuerza Aérea Belga estacionó en el Aeropuerto El Aybal.
Al pie de la escalerilla los esperaban el gobernador Ricardo Durand, el vicegobernador Eduardo Paz Chaín, los senadores nacionales Dante Lovaglio y Miguel Angel Martínez Saravia, el presidente de la Corte de Justicia, Héctor Lovaglio; el intendente de Salta, Luis D''Jallad, y el obispo Pedro Lira, entre otras autoridades civiles y militares.
Luego de que el intendente les diera la bienvenida y entregara simbólicamente la llave de la ciudad, Balduino y el gobernador Durand ocuparon un automóvil e iniciaron la marcha hacia la ciudad seguidos por el coche que llevaba a la reina Fabiola y a la señora del gobernador, doña Alicia Alzola de Durand.
Avenida Bélgica
Ni bien la caravana traspuso el nuevo puente sobre el río Arenales, en la avenida Paraguay, esta se detuvo para que Balduino inaugurara la avenida Bélgica ante gran cantidad de público. Una cinta con los colores de Argentina y Bélgica fue desanudada por el rey mientras alumnos de la Escuela Nacional del Río Arias -desde entonces Reino de Bélgica- lo saludaban con banderitas de su país. A todo esto, Fabiola y la señora de Durand permanecieron en el coche por razones de seguridad. Es que minutos antes se habían producido protestas en el centro por la visita de los monarcas.
Concluida la ceremonia, la comitiva continuó hacia el centro por Virgilio Tedín, República de Chile, Carlos Pellegrini, Caseros y Zuviría hasta arribar al Hotel Victoria Plaza. Allí, tres niñas vestidas con trajes típicos de Bélgica, España y Argentina obsequiaron a Fabiola un ramo de flores blancas. Eran María Lucrecia Robledo, Viviana Delia Policic y Mónica Morey. Luego, los reyes tomaron la "suite real" del octavo piso.
Cena y recepción
Por la noche, Fabiola y Balduino cumplieron con dos invitaciones: la cena que el Gobierno les ofreció en la Escuela Agrícola y la recepción del Club 20 de Febrero. Como la cena con velada folclórica en la Agrícola se prolongó más de la cuenta, la pareja arribó al "club" con casi dos de retraso. Media hora después y, luego de participar de un brindis y rubricar el libro de visitas importantes, la pareja real se retiró a descansar.