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Noche "buenoide"
Buen día! Suena raro eso de "buenoide" (o, si prefiere, "buenaide"). Porque en muchísimos casos la cena de Nochebuena está lejos de ser lo que debiera. "Más que aguardar la llegada de un judío que habló de amar al prójimo como a sí mismo, se trata de juzgar la conducta ajena, de recordar sus afrentas y de ostentar el orgullo de perdonarlas en honor a lo sagrado de la conmemoración. Si de eso se trata, de disculpar, de comprender y de aceptar al otro con sus falencias y sus bondades, sus miserias y sus noblezas, bueno sería afirmar, como aquel antiguo programa de televisión, que 'todo el año es Navidad".
Lo decía una sugerente reflexión de Noemí Carrizo titulada 'Navidad a la argentina'. Escribe más abajo:
"La Navidad, a pesar de desatar pasiones, acerca por las buenas o por las malas, pero, sobre todo, nos devuelve a la infancia. Nos instala, por una noche, en aquella época dorada donde, probablemente, también había entuertos, pero sólo nos interesaba el brillo de la sala iluminada, con su entrechocar de copas, con sus confites, sus dulzuras... En el furtivo instante del brindis navideño, todos nos amamos un poco más, ejercitando, de uno hacia el otro, esa primordial necesidad de cada ser humano: un abrazo en serio, prolongado, conmovedor y, a veces, hasta acompañado de una disimulada lágrima".
Que esta noche no sea "Buenoide", sino realmente Buena. Depende de cada uno. ¡Felices Fiestas!.