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El origen del conflicto es una venta de 30 neumáticos, realizada a principios de marzo, a Weber, quien es sobrino de Sández.
"Le entregué la mercadería y a cambio él me pagó con cuatro cheques de 12.000 pesos cada uno y otros seis de 43.678 pesos cada uno. El 25 de marzo venció el primero, cuando lo fui a cobrar no había fondos y después, el 13 de abril, pasó lo mismo con el segundo", contó ayer Lallana.
Ante este panorama, el dueño de la empresa de neumáticos fue a la subcomisaría del barrio Autódromo y radicó una denuncia contra Weber por la deuda documentada que no puede cobrar. Además, adjuntó fotocopia de los cheques rebotados.
Lallana señaló que mantuvo contacto con Weber apenas le fue rechazado el primer documento. Ese día y en los siguientes el denunciado le pedía "espéreme, don José, mañana le voy a pagar" o "Aguante, deme hasta mañana que sí o sí le levanto el cheque". Los mensajes se repitieron día tras día, "pero nunca vino a pagarme y ahora ya se acumuló una deuda superior a los 60.000 pesos", indicó.
Al empresario le llamó la atención que al revisar la cuenta de Sández (emisor de los cheques) a través de un sistema de información comercial vía internet encontró desde el 10 de marzo a la fecha tiene rebotados 17 cheques. "Además figuran cheques devueltos que están a nombre de una hermana y de la madre de Sández, y todos son del mismo banco; no entiendo cómo puede suceder esto".
Lallana pidió que la Justicia tome medidas al respecto y que sea en tiempos cortos. "Hace dos años tuve problemas con una empresa que me dio cheques sin fondos y aún hoy sigo reclamando el pago sin que la Justicia resuelva esto. Espero que no me pase de nuevo", se esperanzó.