¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
19°
14 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

El Banco Nación, toda una historia en el norte

Domingo, 26 de abril de 2015 01:30
La familia completa de Humberto Milanessi.&nbsp;<div class=drop-hint id=drop-to-share-hint style=display: none; background-image: url(chrome-extension://cipmepknanmbbaneimacddfemfbfgpgo/images/content/dropToShareHint.png); background-size: 67px 327px;><div class=drop-hint-bubble id=drop-hint-bubble-share style=display: none; background-image: url(chrome-extension://cipmepknanmbbaneimacddfemfbfgpgo/images/content/dropToShareHintBubble.png); background-size: 253px 79px;></div></div><div class=drop-hint id=drop-to-search-hint style=display: none; background-image: url(chrome-extension://cipmepknanmbbaneimacddfemfbfgpgo/images/content/dropToSearchHint.png); background-size: 67px 327px;><a class=search-btn-close></a><a class=btn-options></a><div class=drop-hint-bubble id=drop-hint-bubble-search style=display: none; background-image: url(chrome-extension://cipmepknanmbbaneimacddfemfbfgpgo/images/content/dropToSearchHintBubble.png); background-size: 215px 79px;></div></div>
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
En la década del 40, el norte de Salta registraba un sostenido crecimiento poblacional. La llegada de inmigrantes le dio a la región un impulso tal que comenzaron a proliferar los comercios de distintos rubros, la actividad maderera y los hidrocarburos.
Comerciantes y vecinos se unieron para elevar un pedido al Directorio del Banco de la Nación Argentina para la creación de una sucursal local, ya que hasta entonces tenían que dirigirse a San Ramón de la Nueva Orán.
En mayo de 1948, una comisión de Buenos Aires llegó a Tartagal para analizar el pedido. El lugar elegido fue la esquina de las calles San Martín y Rivadavia, local perteneciente a don Humberto Milanessi, un inmigrante italiano que fue el primer corresponsal de Banco Nación en Tartagal y el primer concesionario de autos de toda la región.
Sede propia
El 16 de agosto de 1948 el Banco de la Nación Argentina habilitaba la primera sucursal de Tartagal y como gerente fue designado José Nicolás Fatone, un empleado chaqueño de carrera. Lo acompañaron como subgerente y tesorero el cafayateño Moisés Aráoz y Fernando José Guerina como perito, quien venía de una sucursal de Buenos Aires.
Recién en 1968 la sucursal de Tartagal pudo contar con un edificio propio, nuevas instalaciones, tecnología y confort. Era uno de los pocos con aire acondicionado.
Una jornada fatídica
Ningún tartagalense olvidará aquel 10 de noviembre de 2000 cuando una turba de saqueadores arrasó con edificios públicos, comercios y vehículos en la jornada más violenta que vivió esa ciudad.
Una de esas entidades fue la del Banco de la Nación. Como todos los días el personal desarrollaba sus actividades habituales, cuando fue sorprendidos por los violentos.
En cuestión de minutos, el lugar quedó reducido a un montón de muebles destrozados que en medio de papeles y documentos ardían por doquier.
Los empleados pudieron escapar por los techos ayudando primero a las mujeres a subir por la escalera de incendio, por lo que milagrosamente ninguno resultó lesionado.
Semanas más tarde, el personal comenzaba a trabajar a la par de obreros contratados para acondicionar un edificio frente a la plaza San Martín.
Resurgir de las cenizas
Tras la construcción de la nueva sede se abrió una nueva etapa. El 1 de marzo de 2005 se inauguró y el empresario Ernesto Katz, uno de los más perjudicados en los saqueos de noviembre de 2000, puso negro sobre blanco al hablar en el acto inaugural.
"Intentaron hacernos creer que quienes asolaron nuestra comunidad a sangre y fuego eran desocupados reclamando trabajo. Pero nada más lejos de la verdad. Los trabajadores, aunque estén desocupados, no forman hordas despiadadas sin respeto por la vida ni la propiedad ajena, de niños, mujeres y ancianos, no saquean a sus vecinos. Tampoco devienen en vándalos que aterrorizan. Los desocupados no intentan quemar un banco con sus empleados adentro ni roban armas ni queman bibliotecas donde concurren los niños y los adolescentes", sintetizó Katz para describir aquella fatídica jornada que quedará en la memoria de los tartagalenses.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD