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El choripán de la discordia: una amenaza posible para la comuna | Panorama salteño

Domingo, 12 de julio de 2015 00:15
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Tal vez sin quererlo o tal vez con el cálculo y la exactitud de un cirujano, el presidente de la cámara de diputados de la Provincia, Manuel Santiago Godoy, abrió esta semana la Caja de Pandora, soltó las plagas y demonios que por estas horas sobrevuelan la nada apacible transición del gobierno municipal.
Lo hizo durante una manifestación en la última sesión de la Cámara Baja y apuntó directamente sobre un tema delicado y que podría generar una ola de reclamos en el convulsionado escenario de los acuerdos entre la comuna local y los comerciantes.
Histriónico y seguro de un estilo inconfundible, el inefable Indio Godoy criticó con dureza al Paseo de la Familia, más conocido como Paseo del Choripán, conformado por esos singulares puestos de comida que fueron construidos bajo las tribunas y en el exterior de la cancha de Juventud Antoniana.
"Antes la gente iba a comer un choripán a ese lugar. Y había unos carros que los sacaban a la mañana y a la noche los volvían a instalar. Hoy es una cosa horrible", se despachó Godoy y fue cuando la mirada y la atención de sus pares se concentró sobre el estrado.
"Hay heladeras en la calle, en las veredas. Obviamente que en esos sucuchos no entra una heladera. No he visto baños tampoco", siguió.
Mientras insistía en que no quería generar polémicas con el intendente Miguel Isa, Godoy reforzaba la idea de que el Paseo del Choripán era un fracaso desde el punto de vista estético, aunque advertía que aún hay tiempo para cambiar y buscar algo que "quede lindo".
Pero cuando todos confiaban en que el arranque del Indio tenía que ver con un inocente planteo de estética urbana, el legislador lanzó el dardo envenenado. "A cualquier otro privado, la municipalidad no le habilitaría un lugar así. No le habilitaría eso en la Balcarce para que funcione con gastronomía", sentenció.
Y así, con esa frase, Godoy llegó a la médula de los organismos de control y a las neuronas de los comerciantes que reclaman contra los excesos en los requisitos que impone la propia municipalidad para las habilitaciones de los locales.
¿Que podrán decir entonces aquellos comerciantes que gestionan sin éxito desde hace tiempo una habilitación en locales mucho mejores que los que están bajo las tribunas?
¿O aquellos otros que ven perjudicadas sus ventas por obras largamente retrasadas como el caso de las peatonales?
Godoy jamás pudo desconocer tan vidrioso y delicado tema, que fue casi permanente a lo largo de la gestión de Isa. La venta ilegal; los puesteros del Parque San Martín; su traslado; los manteros y la queja legítima y recurrente de los comerciantes que pagan sus impuestos. Demasiados focos de conflicto como para justificarlos en una mera observación estética al Paseo del Choripán.
El remate fue una frase de Godoy que dejó pensando todos. Se refirió a un "comportamiento actuado a lo Pimpinela" entre el actual intendente Miguel Isa y el electo Gustavo Saenz. "Es una especie de acuerdo y apoyo ese diálogo, pero que se extienda a esto también" manifestó. Godoy tocó un nervio facial y, al igual que los cirujanos, conoce muy bien cuáles son los efectos. Serán ahora los funcionarios municipales, actuales y entrantes, los que tendrán que dar la cara.

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