Jorge Mangeri asesinó a Ángeles Rawson. Así lo determinó el Tribunal Oral en lo Criminal Número 9 de la Ciudad de Buenos Aires, que condenó ayer a prisión perpetua por femicidio al encargado del edificio de Ravignani 2360, el mismo en el que vivía la víctima, de 16 años, junto a su familia.
Este mediodía, Mangeri había hecho una breve declaración para reiterar que no había tenido participación en el hecho. "Vuelvo a declarar mi inocencia. Que se haga justicia. Nada más", fueron las últimas palabras del hombre de 47 años ante el TOC 9.
Según la sentencia leída a la tarde, se determinó que es el "autor penalmente responsable por el delito de femicidio, en concurso ideal con los delitos de abuso sexual y homicidio agravado por su comisión críminis causa, estos últimos en concurso material entre sí, en perjuicio de Ángeles Rawson".
Además, se solicitó investigar a su mujer, Daian Saettone, y al primo de ésta, Cecilio Saettone, en una causa iniciada por "falso testimonio en concurso real por encubrimiento". Además, el Tribunal aclaró que los fundamentos por los que se llegó a ese fallo se conocerán el próximo 24 de agosto a las 13, tras la feria judicial.
"Soy inocente"
"Soy inocente; no tuve ni tengo nada que ver con la muerte de Mumi", dijo Mangeri antes de conocer el fallo.
El encargado del edificio donde vivía Ángeles Rawson y único acusado por el crimen de la adolescente brindó sus últimas palabras previas al veredicto, que se conoció ayer; la fiscalía y la querella habían pedido la prisión perpetua.
Mangeri, que estuvo preso en Ezeiza desde pocos días después del homicidio, ocurrido en junio de 2013, llegó a los Tribunales a la madrugada. En los pasillos había representantes de las Madres del Dolor y vecinos del edificio de Ravignani, donde vivía Angeles, que vinieron a acompañar a la familia de la víctima.
Minutos después de las 9, Mangeri ingresó a la sala vestido con jeans, un polar azul y zapatillas. Mientras aguardaba el comienzo de la audiencia, el portero conversaba con una de sus defensoras.
Seis minutos alcanzaron para anunciar la condena
Seis minutos bastaron para que se conociera cuál sería el cierre de la causa en la que se investigó el crimen de Ángeles Rawson. Es el tiempo que le tomó a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 9 leer la sentencia que recayó sobre Jorge Mangeri: prisión perpetua.
Durante la lectura, Mangeri mantuvo la mirada en el juez. Tragó saliva cuando escuchó la pena que se le imponía. En ese instante, Jimena Aduriz y Franklin Rawson rompieron en llanto y se abrazaron a los familiares que estaban en la sala. La familia de Ángeles fue aplaudida tras la lectura del fallo.
En la última fila, lloraba también el hermano de Mangeri, consolado por otros parientes del portero.Terminada la lectura, la sala fue desalojada. En los pasillos de los Tribunales hubo aplausos para Pablo Lanusse, el abogado de la familia de Ángeles.
Mangeri aceptó el ofrecimiento de decir sus últimas palabras antes el tribunal. En una breve intervención argumentó lo que mantuvo a lo largo de todo el juicio: "Soy inocente. No tuve ni tengo nada que ver con la muerte de Mumi". Cuando se refirió a Ángeles por su apodo, las miradas de Franklin Rawson y Jimena Arduriz, padres de la víctima, se clavaron en Mangeri.
El tribunal también ordenó investigar si Diana Saettone, la esposa del condenado, cometió algún delito, y a Adolfo Méndez, el perito médico que intervino por la defensa, quien vinculó las lesiones de la chica con relaciones sadomasoquis tas.