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La comunicación que Güemes le envió al Supremo Director dice textualmente:
"Excelentísimo señor. El celo por la gloria de la patria y el deseo de ver acabada la grande obra de su redención, me ha dictado procure el aumento de los defensores de su libertad, y habiendo movido resortes que a este objeto creí conducentes, correspondió dichosamente el efecto a mi diligencia. Efectivamente, aquellos héroes que bajo la denominación de gauchos han contraído tan recomendables, voluntarios y desinteresados servicios, dando a la patria muchos días de alegría, y a sus enemigos eternas pruebas de su esfuerzo, se me ha reunido para emplearse absolutamente en el servicio formando un cuerpo de línea. No dudando del beneplácito de V.E. he organizado una división de caballería, compuesta por dos escuadrones de a dos compañías, cada una de cien plazas; y he dispuesto les instruya en todo lo necesario al desempeño del servicio de infantería, para que puedan ser ocupados así a pie como a caballo, con la denominación de DIVISIÓN INFERNAL DE GAUCHOS DE LINEA. A la fecha se halla con la fuerza que manifiesta el Estado que adjunto a V.E. armada por ahora con fusil y bayoneta. Su disciplina es ya regular en una y otra arma, tanto que la considero suficiente para el desempeño del servicio en campaña y en su guarnición.
Solo falta la aprobación de V.E. para la consolidación de este cuerpo compuesto de voluntarios patriotas, cuyo objeto es el de asegurar la independencia de nuestras Provincias Unidas, defender la dignidad de su Gobierno, y los sagrados derechos de la patria. Para obtenerla, tengo el honor de proponerlo a V.E. con el respeto que debo, como igualmente los jefes y oficiales que lo mandan, para que sirva V.E. ordenar se les expida los correspondientes despachos.
Dios guarde a V.E. muchos años.
Salta, 12 de setiembre de 1815. Fdo. Martín Güemes".
A los días, el 26 de septiembre de 1815, para ser más exactos, el Supremo Director Alvarez Thomas le respondió a Güemes con una negativa. No aprobó la incitativa y sin más, se lo comunica con una breve y descortés esquela que dice así: "Buenos Aires, setiembre 26 de 1815. Dígasele que el Gobierno no encuentra motivo para crear en Salta un cuerpo de línea que allí no hace falta; que si consintiera en esto, arruinaría nuestros escasos fondos con el aumento de oficiales cuando el Ejercito del Estado tiene su completo y una baja grande de plazas y que en esta virtud no aprueba la propuesta que hace.
Fdo: Alvarez Thomas.
Balcarce"
Era obvio que Alvarez Thomas no autorizaría la creación del nuevo regimiento. El era Supremo Director sustituto del general José Rondeau -de campaña en el Alto Perú-, con quien Güemes tenía serias discrepancias, diferencias que recién se superaron el 22 de marzo de 1816, cuando ambos (Güemes y Rondeau) rubricaron el Pacto de los Cerrillos.
Por supuesto, la negativa de Alvarez Thomas ni inmutó a Güemes. Este continuó con la organización del nuevo regimiento conformado por dos escuadrones y una plana mayor. Y efectivamente, como decía Martín Güemes, Los Infernales colaboraron estrechamente en la guerra para tratar de "asegurar la independencia de nuestras Provincias Unidas".
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