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El grave hecho encendió una luz roja y actualmente investigadores especializados están tras una posible red internacional de trata de bebés en la frontera.
Se trata del primer caso de intento de secuestro de una criatura registrado de forma oficial.
El 8 de diciembre de 2015, Antonella Machado, de 25 años, salió de su casa sobre la avenida 9 de Julio, alrededor de las 22.30, hacia un negocio ubicado a pocas cuadras para comprar sándwiches. La mujer empujaba un carrito en el que estaba su pequeña hija, María Lorenza, de 10 meses. La beba iba amarrada con el cintillo de seguridad del cochecito.
En el camino de regreso, sobre la calle José Hernández, a tan solo una cuadra y media de su hogar y a dos de la plaza principal, Antonella fue interceptada por dos sujetos a bordo de una motocicleta. Uno de ellos ofició de "campana" y el otro se bajó del vehículo y la insultó y atacó a golpes. La joven pensó que él pretendía robarle su celular o dinero. Ella estaba dispuesta a entregarle sus pertenencias, pero no, el individuo se abalanzó sobre el carrito. Quería robarse a la beba.
"La tironeó para sacarla pero como estaba atada al cochechito con el cintito no pudo. Aún así no se dio por vencido y siguió tironeando a la bebé. Forcejeó tanto con mi hija hasta que todos cayeron, incluso volteó el cochechito. Sin embargo, él continuó tironeando a la nena, que lloraba a gritos", relató Claudia Subelza, abuela de la criatura.
"Mi hija mide 1,75 metros y este sujeto era delgado. Así que ella finalmente lo agarró a trompadas, él también la golpeó, pero mi hija logró defender a su nena. Después apareció un vecino que fue testigo de todo y que gritó y los delincuentes escaparon", sostuvo.
Antes de emprender la huida, el agresor, furioso por no haber logrado su cometido, amenazó a la joven madre: "Voy a volver. Sí o sí me la voy a llevar", le gritó y luego se subió a la motocicleta.
Antonella corrió desesperada con su hija en brazos hasta su casa. Lloraba desconsoladamente. Sus piernas no le respondían por el cansancio tras haber forcejeado con el delincuente. Había recibido varios golpes, por lo que quedó tendida en la vereda de su vivienda. Entró en estado de shock. Su esposo y su suegra, que estaban en la casa en ese momento, salieron y al verla así llamaron a la Policía. Una patrulla de la comisaría 40 arribó al lugar y la familia radicó la denuncia. La joven madre fue llevada al hospital local ya que tenía moretones en los brazos y la espalda, y rasguños.
Antonella es ama de casa y su marido vendedor de comida. Tienen otro hijo menor de edad. La familia se encuentra conmocionada por lo ocurrido y está permanentemente protegida por la Policía.
Tras las rejas
Tras el hecho, inmediatamente el fiscal penal Armando Cazón comisionó a policías especializados, de la Brigada de Investigaciones de Salvador Mazza, para capturar a los delincuentes.
Con las características aportadas por testigos, un hombre de unos 30 años, apellido Flores y domiciliado en barrio Nuevo de Pocitos, en Bolivia, fue detenido sindicado como el atacante de Antonella Machado y autor de la tentativa de secuestro a la beba.
El individuo registra numerosos antecedentes penales, es conocido en el ambiente delictivo de Bolivia y purga una condena en la cárcel, de la cual se había fugado hace un mes. Esto generó más sospechas entre los investigadores.
"Queremos que nuestro caso se haga público porque existe una banda internacional de Bolivia que se dedica a robar chicos y querían empezar en Salvador Mazza. Hubo dos casos más pero los vecinos no denunciaron. En Bolivia sí han robado niños", aseguró Claudia Subelza.
"Todos deben enterarse lo que sucedió. Estos delincuentes tienen que saber que no será fácil operar aquí. La población debe estar alerta", advirtió la mujer.
Figura penal
"La investigación es encarada con seriedad y celeridad. Teníamos las características de los sospechosos. Vecinos que los vieron y reconocieron. Hubo un trabajo intenso para la detención, que arrojó resultado positivo. Las pruebas están sobre la mesa y ahora el principal sospechoso deberá declarar", dijo el fiscal Cazón.
El delito que perpetraron los delincuentes es la tentativa de sustracción de menores, contemplado en el artículo 42 y 146 del Código Penal Argentino.
La víctima es un menor de cinco años, por lo que los acusados podrían recibir una pena de entre 5 y 15 años de prisión.