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Divorcio e Hijos

Domingo, 07 de febrero de 2016 01:30
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Divorcio e Hijos

Hay un librito no muy conocido del padre Zezinho titulado "Sufrimientos que duelen a la juventud". Lo reco­miendo sobre todo a los adultos, porque ayuda a entender tan­tos sufrimientos de los jóvenes en una sociedad que vive obsesionada en unir demasiado juventud con felicidad. En uno de sus capítulos -titulado "Los hijos no siempre comprenden"- afronta el tema del sufrimiento que provoca en los hijos la separación de sus padres:
"Muchas parejas y matrimonios en crisis, sin ninguna
capac­idad para hacer un nuevo sacrificio, piensan que si toman la decisión de una separación, los hijos acabarán por comprender. Y concluyen: es mejor vivir separados y libres, sin peleas y agresiones diarias, que vivir juntos como perro y gato. Para los hijos no puede ser de buen ejemplo un matrimonio que vive peleando todo el día. Es mucho mejor un matrimonio oportunamente separado que uno que vive unido y en continua lucha.
El raciocinio parece lógico y perfecto. Y sería incluso comprensible si todas las cabezas de los adolescentes y de los niños funcionaran lógicamente. Pero, como el razonamiento de ellos depende del corazón, es muy difícil que comprendan por qué la madre no puede estar más con ellos y por qué el padre se fue a vivir con otra mujer. Las explicaciones pueden ser didácticas y muy hermosas, pero para él, que ha salido del vientre de una madre y no de otra, se le hace muy difícil en­tender por qué los adultos necesitan vivir separados entre sí y de ellos.
Los huérfanos de padres vivos no siempre comprenden por qué su padre tiene necesidad de otra mujer y su madre de otro hom­bre. Y cuando comprenden no se conforman fácilmente a la idea que los obliga a vivir con otro padre. Se los puede obligar -ya que nada pueden hacer para que los padres que los engendraron vuelvan a unirse- a ser educados con la nueva mujer del padre o el nuevo marido de la madre. Pero, en el fondo, preferirían que los acontecimientos fueran diferentes. Ese inconformismo y ese callejón sin salida son la causa de que muchos hijos de padres separados se entreguen a la bebida, a la violencia, a la exasperación, a matrimonios precipitados y a la droga".
¡Hasta mañana!
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