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La audiencia de ayer, como se preveía, fue de alto voltaje. El testigo Iván Cabezas descargó toda su artillería contra el exjuez federal de Orán, Raúl Juan Reynoso, al que acusó de haberlo hecho detener injustamente y de utilizar a su cuñado para exigirle a su familia el pago de una coima a cambio de su libertad.
Con un parecido al actor Sylvester Stallone y luciendo su desarrollada musculatura, Cabezas ingresó al recinto del Tribunal Oral Federal vestido de remera celeste y jean ajustado al cuerpo. Denotaba mucho enojo en su rostro y ese estado de ánimo lo asoció sin disimulo con sus gestos, sobre todo cuando se encontró de frente con el hombre que, a su juicio, le provocó un enorme perjuicio a nivel familiar y económico.
Su comportamiento se asemejó al de un boxeador esperando en su rincón la campanada para el primer round. Por momentos cerraba los puños, levantaba los brazos y friccionaba su atlética musculatura. El momento de mayor tensión se produjo cuando llegó el turno de que Reynoso lo interrogara. El presidente del tribunal, Federico Díaz, tuvo que hacerle señas a los guardias para que se apostaran a las espaldas de Cabezas ante el riesgo de que se levantara de la silla para agredir al exmagistrado norteño.
"Necesito que me diga, ¿por qué me detuvo? ¿Dónde están las pruebas de los delitos que me imputó?", le preguntó el testigo Cabezas a Reynoso con el rostro desencajado. Y en tono acusador le expresó: "Vos arruinaste mi vida y la de mis hijas". Cabezas contó que hasta antes de caer detenido, en mayo de 2015, era propietario de una cadena de carnicerías, un total de 22 entre Salta y Orán. "Luego de las causas que usted me fabricó tuve que cerrar la mayoría de los locales y hoy solo me quedan seis", le reprochó con énfasis. Cabezas fue detenido luego de que la Gendarmería interceptara unas escuchas telefónicas en las que vertió amenazas de muerte contra Reynoso. Lo imputaron de lavado de activos, narcotráfico y tráfico de ciudadanos chinos.
El testigo sindicó a los abogados Arsenio Eladio Gaona (excuñado de Reynoso) y a María Elena Esper, ambos imputados en la causa, de ser los intermediarios en el cobro de importantes sumas de dinero para conseguir la excarcelación de personas detenidas por narcotráfico o por otros hechos. Contó que cuando estaba alojado en el escuadrón de Gendarmería, en Orán, llegaron dos emisarios de Gaona para pedirle coima a cambio de su libertad. Identificó a estas personas como "Carioca" Aquino y "Tara" Flores. "A Aquino lo conocía porque trabajó conmigo. En una ocasión la madre de este muchacho vino a verme porque necesitaba cuarenta mil pesos para sacarlo de los cárcel. Ahí me enteré que en su casa le habían encontrado treinta kilos de marihuana". Dijo que cuando le llevó el dinero al domicilio de la mujer, Gaona estaba esperando el dinero en su camioneta. "El caso es que al otro día Aquino salió en libertad", afirmó.
Cabezas explicó que junto a él fueron apresados Pablo Meneses y Bruno Mazzone, también propietarios del rubro carnicería. "Ellos me decían que para salir en libertad había que pagar y yo me opuse. Luego supe que los familiares de esos muchachos pagaron seiscientos mil pesos cada uno. En esta maniobra intervino la abogada Esper", refirió. Dijo que "en el caso mío, le había pedido a mi familia que no pongan un centavo, pero a mi hermana la presionaron y dejó cien mil pesos en el estudio de Gaona. Por eso, apenas me liberaron decidí denunciar esto y ahora me propuse como meta recuperar ese dinero".
En varios pasajes de su enfrentamiento con Reynoso, insistió con la pregunta de por qué había dispuesto su detención, pero no encontró respuesta. "Yo creo que me metieron preso porque era negro y había hecho plata con mis negocios", sentenció. En un contrapunto con la abogada Esper le expresó que "todo Orán sabía que usted cobraba para el juez y hasta que no pasó lo que me pasó me costaba creer que largaran a delincuentes por plata". Cuando Reynoso lo inquirió acerca de las amenazas de muerte, Cabezas sostuvo que se hizo una mala interpretación de una conversación telefónica que mantuvo con su esposa. "Lo que pasa es que vos te querés hacer la víctima con esta cuestión, pero no decís nada de las imputaciones de narco y de comerciante de chinos que me hicistes", le reclamó.
¿Usted me pagó alguna coima?", pregunto Reynoso. Cabezas respondió en estos términos: "No. Por supuesto que no. Pero cuando el Tara Flores fue a verme para que pagara la coima me dijo que en esta cuestión el que manda es Reynoso y que su cuñado Gaona era el que cobraba".
"Esto empezó con una inspección de la AFIP en mis negocios y uno de los empleados le dijo que a mi señora que tenían órdenes de Reynoso de bajarme la caña", aseguró Cabezas a los medios al término de su testimonio. Dijo que "es indudable me detuvieron para sacarme plata, como ocurrió con Eduardo Quiroga, un chango laburante de Orán. Como él pagó para salir, pensaron que conmigo harían lo mismo"