¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
16 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Pignatiello es presente y futuro del olimpismo argentino

La nadadora bonaerense ganó dos títulos mundiales este año y es la máxima esperanza para los Juegos Juveniles de 2018.
Miércoles, 20 de diciembre de 2017 22:29
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La nadadora Delfina Pignatiello redondeó el martes un año memorable porque a su sorprendente irrupción en la primera plana del mundo deportivo, con inéditos resultados para su corta edad, le agregó la conquista del Olimpia de Oro, el premio más prestigioso del deporte nacional.
La sanisidrense, de apenas 17 años, se consagró este 2017 con una fantástica actuación en el Mundial Juvenil de Indianápolis, Estados Unidos, lo que le valió convertirse en la ganadora más joven de la historia de la estatuilla dorada.
En ese torneo la argentina consiguió dos medallas de oro: una en los 800 metros libres, con récord sudamericano, y otra en los 1.500 libres, con la que estableció una nueva plusmarca en su país. También se trajo la presea de plata en los 400 metros libres.
Fue el momento en el que Pignatiello plasmó todo el esfuerzo y la dedicación que le brindó a la natación desde sus primeros años de vida.
Su vínculo con el agua se estableció siendo bebé, pues su madre María Paula -instructora de natación- la sumergió en el agua antes que diera sus primeros pasos.
Delfina descubrió durante su infancia que la natación era su gran pasión, por ello pasaba su tiempo libre en el agua compitiendo imaginariamente contra ella misma y con todo aquel que se le cruzara en una piscina.
Sin embargo, por decisión de su mamá, debió esperar hasta los 12 años para tener su bautismo competitivo y un año más para afrontar su primer torneo nacional como federada, en el que salió duodécima en la prueba de 200 metros espalda.
Su carrera dio un salto cuando se vinculó con su actual entrenador, Juan Carlos Martín, con quien incorporó los valores de una atleta profesional.
Pignatiello entendió que para sobresalir en el deporte debía realizar un esfuerzo mayúsculo y no tuvo dudas en postergar los placeres y divertimentos que se permiten la mayoría de las chicas de su edad.
Adiós a las salidas nocturnas y también al viaje de egresados en Bariloche. La noche para ella es el inicio de cada jornada de trabajo. El despertador le suena a las 4.50 y cuarenta minutos después ya está sumergida para entrenarse dos horas antes de ir al colegio Cardenal Spínola de San Isidro.
Acaso ese nivel de esfuerzo fue el que le permitió trascender en su actividad y ganarle a su ídola, la húngara Katinka Hosszú -campeona olímpica en Río de Janeiro 2016-, en el reciente Mundial de Pileta Corta en Windsor, Canadá.
Ese compromiso, combinado con la necesaria dosis de talento, es el que la ubica como la gran protagonista argentina para los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 y una enorme esperanza para Tokio 2020.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD