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Dos meses y medios pasaron desde que Jimena Salas fue asesinada en su casa, en el barrio San Nicolás, en Vaqueros. De ese hecho muy poco se sabe. La Fiscalía Penal N§ 2 implantó un silencio absoluto que, más allá de facilitar la investigación judicial, comenzó a alarmar a los vecinos de esa localidad.
"Es muy grave lo que está pasando aquí y la Justicia hasta ahora no nos da ningún indicio de qué sucedió. No sabemos quién nos garantiza que el asesino de Jimena no vive acá", lanzó Noemí Quinteros. Ella es miembro del Concejo Deliberante de esa localidad, pero el último viernes marchó por Vaqueros "como una vecina más, porque estoy preocupada".
Desde el viernes 27 de enero, cuando Jimena Salas fue encontrada por su marido asesinada a puñaladas en su casa, los vecinos iniciaron marchas para reclamar el esclarecimiento del caso, justicia para la víctima y su familia, y que el tranquilo pueblo lo siga siendo.
Desde entonces, cada viernes se juntan, salen a la ruta nacional 9 -que en el tramo que atraviesa el pueblo se denomina avenida San Martín- y con carteles hacen su reclamo. Interrumpen el tránsito en tramos de diez minutos.
"El asesino está suelto, esa es nuestra preocupación", remarcó en diálogo con El Tribuno.
Un vecino contó que días atrás "un hombre robusto y de barba entró en la casa de un señor que vive a dos casas de la mía, aparentemente con intenciones de robar. Mi vecino lo enfrentó y el hombre se fue. Pero, ¿qué hubiera sucedido si estaba armado?; ¿quién es este hombre porque nunca lo vimos por aquí?", se preguntó.
Varias personas hablan de un hombre que merodea por los barrios de Vaqueros y de supuestas entraderas a casas. Algunos coinciden en describir que se trata de un hombre alto y de barba. Los relatos solo suman incertidumbre y temor a un pueblo que no logra recuperarse todavía del crimen de una mujer joven.
Avances muy lentos
"La investigación no está estancada; se está avanzando muy lento y falta mucho por hacer". Pedro Arancibia, el abogado de Nicolás Cajal -esposo de Jimena Salas-, cree que la Fiscalía Penal 2, a cargo de Pablo Paz, llegará a esclarecer lo sucedido aquél trágico viernes de verano.
El letrado es más que cauto y repite casi con exactitud lo que el fiscal Paz dice las pocas veces que habla del caso Salas: "no se descarta ninguna hipótesis".
El silencio parece servir a la Fiscalía, no a los vecinos.