Están a solo 10 minutos del centro, aunque sus calles colindan con las orillas del río Arenales y el fondo de la escuela agrícola Martín Miguel de Gemes. Viven con cierta tranquilidad pero sienten un total abandono por parte de las autoridades.
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Están a solo 10 minutos del centro, aunque sus calles colindan con las orillas del río Arenales y el fondo de la escuela agrícola Martín Miguel de Gemes. Viven con cierta tranquilidad pero sienten un total abandono por parte de las autoridades.
Si bien el Centro Cívico Municipal se levanta apenas a 1 kilómetro y medio de estos barrios, en Parques Nacionales I y Los Ingenieros no vieron nunca en estos años que los empleados municipales corten el pasto de los espacios públicos que dividen a ambos barrios.
"El pasto de la avenida lo cortamos los vecinos, un poco los de Ingenieros y otro poco los de Parques Nacionales. Con la plaza saludable pasa lo mismo", dijo Enrique Flores, mientras disfrutaba del sol de la tarde del domingo junto a sus pequeños.
En dialogo con El Tribuno, Enrique recordó ayer que las plantas que hoy adornan la platabanda que divide a ambos barrios fueron colocadas también por los vecinos. "Cuando llegamos acá, hace años, mi esposa pidió al INTA que nos done los árboles. Los retiramos y los plantamos y están cuidados hasta ahora", recordó este hombre.
Lucía vive en Parques Nacionales I hace más de 15 años. Desde entonces espera que comiencen las obras de mejora en las calles. "La avenida Gato y Mancha, que es la única parte asfaltada, quedó destruida por el paso de los colectivos. En el resto del barrio las calles son de ripio, así que cuando llueve no sabés cómo salir", se quejó la mujer.
Consultados en su día de descanso, los vecinos sintieron el alivio de que alguien los escuche.
Anita disfrutaba de la visita de sus nietas, cuando El Tribuno tocó su puerta. No dudó en contar que el barrio está muy abandonado. "Cuando pavimentaron la avenida Del Carnaval, estaba tan lindo. Incluso se cortó el pasto y la mayoría de los vecinos salía a hacer ejercicio. Ahora, cada cinco metros hay restos de obra, basura y hasta animales muertos", dijo, antes de lamentar el mal olor y agregar que las obras del loteo del Parques Nacionales II tienen que ver con los problemas que están sufriendo en la zona.
En barrio Ingenieros, a la queja de la falta de obras en las calles se suma el reclamo por el desmalezamiento. "Por un lado colindamos con un loteo que no tiene ni nombre y al que nunca le cortaron el pasto y por el otro con villa Costanera. Allí, cerca del río, el pasto cubano supera los tres metros de altura. Te roban y se meten ahí. Yo no me animo a perseguirlos en ese monte", expresó Alberto López. Este vecino advierte que al final de la avenida Gato y Mancha, donde termina el asfalto, se encuentran las oficinas del refugio de perros y el Vivero Municipal. "Ni por la seguridad de sus empleados cortan el pasto", dijo Alberto señalando la zona.