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“Un maratón es como la vida, con altibajos, pero una vez que lo has terminado sientes que puedes hacer cualquier cosa”. De gran profundidad en su simpleza, esta frase anónima sintetiza el espíritu del running. Pero el correr parece, visto desde lejos, una actividad privativa para personas con buen entrenamiento físico, cualidades de resistencia inusitadas y férrea disciplina. Incluso las publicidades sobre indumentaria y calzado para este deporte se transmiten a través de imágenes protagonizadas por personas de entre 20 y 30 años. Pero, ¿es posible hacer running, ahora tan en boga, empezando a los 50? A esa edad comienzan a aparecer las limitaciones funcionales, por lo que, antes de iniciar, se deben tomar en cuenta el historial médico, la condición física y el estilo de vida. Precisamente porque el máximo rendimiento deportivo empieza a decaer a los 30 años, junto con la pérdida de masa muscular y capacidad pulmonar, es aconsejable empezar a correr a los 50 años, si no se lo ha hecho antes. Según el profesor de Educación Física por la Universidad Nacional de Tucumán Gustavo Baeza (59), con ciertos recaudos una persona de 50 se puede iniciar en este deporte. El primer peldaño es pasar por un control médico que incluya electrocardiograma, ergometría -un electrocardiograma de esfuerzo que puede realizarse en ciclo ergómetro (bicicleta) o en banda deslizante (cinta)-, y análisis de orina y sangre para detectar desórdenes alimenticios. “Es posible que también se incluyan pruebas simples con el propósito de saber en qué condición de resistencia aeróbica o anaeróbica se encuentra el paciente, porque las fibras musculares difieren unas de otras”, señaló. Agregó que se toman medidas antropométricas y el índice de masa corporal para ver si se está dentro del estándar de peso. Luego se descartan desviaciones de columna y cadera, así como lesiones en las rodillas. “Hay personas de 50 con problemas de rodillas que no pueden hacer trote porque sus articulaciones están desgastadas por la artrosis y padecen fuertes dolores. En ese caso, pueden hacer bicicleta o natación”, definió. Después de haber obtenido el certificado médico de que se está en condiciones de hacer una actividad física aeróbica, se debe ir en busca de un buen equipamiento. “Conseguirse un muy buen calzado permite sentir comodidad en los pasos y el trote. Hay que comprar las zapatillas especiales para running y no para deportes porque tienen diferentes plantas y plantillas. Además, la ropa debe ser cómoda y técnica para correr”, expresó.
Indicaciones
También indicó que la progresión y constancia son vertebrales en el running. “Lo aconsejable es que el principiante vaya acompañado de entrenador y comenzar con caminata combinada con trote de 20 a 30 minutos. Puede necesitar más caminata que trote si siente cansancio o hay que ver cómo le responden las piernas o si el corazón se le agita. Un profesor o personal trainner que lo acompañe le indicará trabajo de flexibilidad y un previo calentamiento”, explicó. Es inimaginable correr 5 kilómetros la primera jornada o prepararse para una maratón en dos semanas. Baeza advirtió que se precisan varias sesiones a la semana, mínimamente tres, para que dé resultado. “Si se puede hacer cuatro enhorabuena, cada dos días o día de por medio”, dijo. Luego advirtió que “muchas personas lo hacen a diario, lo que no es recomendable porque llegan a la saturación muscular y comienzan a tener dolores, se les inflaman los tendones y dejan todo”, advirtió. También una alimentación variada y una hidratación correcta optimizarán los resultados, sobre todo si se quiere bajar de peso. Por último, la rutina de entrenamiento debe ser específica y acorde con las exigencias y limitaciones de cada cual. “No hay medidas de kilómetros, sino que el límite lo va ampliando cada persona. Hay quienes pueden llegar a cinco kilómetros en esos 30 minutos y luego van superándose aún más y en una o dos semanas el cuerpo les pide aumentar el tiempo de actividad a 45 minutos o una hora”, dijo Baeza.
Acerca de los efectos benéficos del running manifestó que lo primordial es “sentirse bien con uno mismo, es decir, eleva la autoestima, y luego cuidarse porque el estrés nos va destruyendo de a poco”. Como mensaje final subrayó que con el paso de los años, si se lleva una vida sedentaria, es más difícil introducir rutinas deportivas: “Encuentro exalumnos con 40 años y que apenas pueden caminar y les digo dónde están las pequeñas cosas que habíamos trabajado en clases como el no descuidarse con las comidas, no trasnochar ni beber de más o fumar y te dicen que la familia, el trabajo, el llegar cansados... todo eso influye, pero hay que cuidarse desde hoy con proyección a 15 o 10 años”.
“Correr es mi pasión y desde que corro tengo otro brillo”
“Les digo a los corredores que dividan la carrera en tres. Correr primero con la cabeza, después con su personalidad y al final con el corazón”. Tal es secreto del atleta estadounidense Mike Fanelli y Carina Álvarez (55) siente que ella podría apropiarse de esta reflexión. Miembro activa del grupo de running salteño KAS, que en 2012 fundó Natalia Suppa y que busca, a través de la formación de grupos de entrenamiento y la organización de carreras, acercar a las personas la posibilidad de descubrir una nueva forma de vida mediante el deporte y el contacto con la naturaleza. Carina es nutricionista y administra un negocio familiar. Le contó a El Tribuno que se inició en la actividad cuando “todavía en Salta el running no estaba tan difundido como ahora, que uno ve en la ciclovía mucha gente corriendo”. Señaló que cuando terminó su formación académica en la universidad dejó el deporte. “Ocasionalmente hacía gimnasia localizada, pero entre los 20 y 50 fue dedicarme a la familia y a mi profesión”, acotó. “Cuando ingresé a KAS me lo tomé como algo sui géneris. Recién ahora estoy tratando de tener un plan y hacerlo a conciencia, entrenar si es posible los cinco días a la semana”, señaló. Añadió que siempre necesitó del grupo para salir a correr porque sola se aburre. “Me gusta mucho la naturaleza, nunca corrí con música, sino escuchando los pajaritos, también el ver salir el sol. Soy de vivir dentro de la naturaleza y estoy muy distanciada de la cinta caminadora y corredora. Me puedo llegar a morir en un gimnasio”, bromeó. Luego dijo que el running tiene muchos secretos. “Mi primera carrera fueron 10 kilómetros y salí quemando, rapidísimo, y en el kilómetro 3 estaba caminando. Ahí me di cuenta de la importancia de seguir los consejos del entrenador”, afirmó. En relación con la edad señaló que en el grupo no constituye un diferencial. “Lo que corremos va de acuerdo con la disciplina que pongamos en el entrenamiento y uno la necesita para tener avances y pasarla bien en una carrera”, sintetizó. Además, contó que en abril pasado realizó una ultra de 56 km y que se siente más cómoda con las distancias largas. “Por mi forma de ser tengo mucha templanza, arranco y quiero llegar. En estas carreras largas de exigencia y resistencia física influyen mucho la mente y la pasión. Siento que tengo otra alegría y brillo”, dijo.