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27 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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El cuidado del Planeta comienza por casa

Miércoles, 19 de julio de 2017 00:00
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El papa Francisco publicó hace dos años una de las encíclicas más trascendente de su pontificado y que ha generado polémica a nivel mundial, sobre todo en temas que tienen que ver con el conflicto supuesto entre producción y ecología. Inicia su documento alabando a Dios por la creación, lo que le da el nombre al mismo, llamándole "Laudato si" (Alabado seas mi Señor). En el segundo punto, nos ubica frente al mundo como creación: "Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella". Lo interesante es que no nos pone frente a la creación como un objeto diferente, sino que nos enseña que nosotros somos parte integrante del planeta, dice el Papa: "Olvidamos que nosotros mismos somos tierra".

En el mes de septiembre los jóvenes de la iglesia de los mormones suelen reunirse y organizar cuadrillas de limpieza del cerro San Bernardo, un ícono de la ciudad que todos usamos y vamos cargándolo de basura que dejamos en las caminatas o visitas a su cumbre. Más bien me preocupan las delegaciones de las promociones de las escuelas y colegios secundarios que llegan a la plaza 9 de Julio cada viernes al mediodía. Manifestaciones ruidosas con bengalas y otros fuegos de artificio y miles de papeles picados de sus propios cuadernos. "Expresión de alegría y libertad", "un grito de la democracia en la nuevas generaciones", dirán algunos; pero para otros, los barrenderos, implica trabajo extra, y para los ciudadanos comunes una imagen de ciudad sucia y desordenada. El cuidado del planeta comienza por casa. Nuestra casa común, la casa donde vivimos, la escuela a donde vamos a estudiar, los sitios emblemáticos de nuestra ciudad, como sus monumentos y sus plazas que pertenecen a todos. Eso incluye todos los espacios de la vida cotidiana. Sería muy agradable ver a nuestros futuros profesionales, a nuestros futuros universitarios, a los futuros empleados del trabajo público o privado, nuestros futuros dirigentes sociales y políticos colaborando para mejorar los espacios públicos como parte de la formación escolar, educando así, la responsabilidad y el espíritu de laboriosidad. La casa, los padres y también los docentes tienen en sus manos el cuidado de la tierra en acciones personales y sobre todo, en la formación de las nuevas generaciones.

Somos guardianes de nuestros hermanos, somos tierra y caminamos sobre ella. Somos administradores de la creación que nos ha sido prestada. Dejemos este mundo mejor de lo que lo hemos encontrado.

 

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