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La Misión San Francisco pide la colaboración de la gente para asegurar la alimentación de casi 1.000 chicos de la comunidad indígena Ava Guaraní durante el verano.
Por cuarto año consecutivo, la Misión San Francisco está organizando su comedor infantil de verano, con el objetivo de asistir a los chicos de la comunidad que se encuentra ubicada sobre la ruta 34 en la localidad de Pichanal, departamento Orán.
Durante 42 días se alimentan en ese comedor alrededor de 1.000 niños por jornada, de entre 5 y 12 años. Los chicos viven en situación de vulnerabilidad y durante esta época sus padres, que se dedican a la siembra y cosecha en la zona, no tienen trabajo.
El comedor abrió sus puertas el pasado 27 de diciembre y ya cuenta con 10 madres cocineras, 12 voluntarios y cerca de mil niños que cada día asisten para recibir un plato de comida y contención.
Se estima que actualmente la población Ava Guaraní, asentada en la Misión San Francisco, asciende a 13.000 habitantes, en su mayoría pobladores rurales, dedicados siempre a la labor de la tierra, trabajadores golondrina, changarines que quedan sin trabajo en época estival. Mientras todos piensan en vacaciones muchas manos solidarias piensan la forma de llegar con alimentos a cientos de niños, que al entrar en vacaciones no reciben la comida que les provee la escuela durante el ciclo lectivo.
Apadrinar por 450 pesos
La modalidad que se propuso a la comunidad a través de redes sociales y medios de comunicación es que una persona de forma voluntaria apadrine a un niño con una colaboración mensual de $450 (por todo el verano), realizándose el aporte mediante un depósito en una cuenta corriente en pesos.
"Jóvenes voluntarios que ayudan a cuidar a los niños, madres y ordenanzas de la escuela que cocinan para ellos, gente de muchos lados que nos acompaña a lo lejos con su aporte y aliento", expresó uno de los padrinos, quien invitó a colaborar con esta causa.
El comedor de verano funciona en la escuela N§ 4.738 Juan Pablo XXIII de Misión San Francisco. De 10 a 13, hasta fines de febrero, más de 80 jóvenes trabajan a diario con el objetivo de servir, cuidar y contener con un espíritu solidario
Desde el 2015 agregaron a este servicio un espacio con entretenimientos y juegos, que lo transformaron casi en una colonia de vacaciones
La organización pide la colaboración de quienes puedan realizar un aporte para poder asegurarle una alimentación adecuada a todos los chicos. Con este fin, se invita a apadrinar un niño realizando una donación de $450.
Se puede hacer una transferencia a la cuenta corriente de la misión. Hoy la comunidad cuenta con 435 padrinos, pero aún falta mucho más.