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25 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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“Queremos que el salteño lleve nuestro vino en el alma, que sea un embajador”

Entrevista con Osvaldo Domingo, Presidente de Bodegas de Salta Asociación Civil.
Domingo, 28 de octubre de 2018 01:05

En el cierre de un nuevo año de trabajo del Programa de Posicionamiento del Vino de Altura Salteño, el presidente de Bodegas de Salta celebró los avances logrados a partir del trabajo que realizan desde 2011 para que en Salta se consuma más vino local. Al inicio del programa, en las mesas de la provincia se servían solo tres botellas de bodegas salteñas de cada diez. Hoy, esa tendencia se revirtió y ya son siete las etiquetas salteñas de cada diez vendidas en territorio provincial. En diálogo con El Tribuno, Domingo resaltó la necesidad de darle continuidad al programa para afianzar la tendencia y aumentar el liderazgo de los vinos salteños en la provincia.

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En el cierre de un nuevo año de trabajo del Programa de Posicionamiento del Vino de Altura Salteño, el presidente de Bodegas de Salta celebró los avances logrados a partir del trabajo que realizan desde 2011 para que en Salta se consuma más vino local. Al inicio del programa, en las mesas de la provincia se servían solo tres botellas de bodegas salteñas de cada diez. Hoy, esa tendencia se revirtió y ya son siete las etiquetas salteñas de cada diez vendidas en territorio provincial. En diálogo con El Tribuno, Domingo resaltó la necesidad de darle continuidad al programa para afianzar la tendencia y aumentar el liderazgo de los vinos salteños en la provincia.

¿Cuál es el balance para este año del Programa de Posicionamiento del Vino de Altura Salteño?

Estamos muy contentos de haber podido llevar a cabo un año más este programa que fue uno de los pedidos que hizo Bodegas de Salta, allá por el año 2011, al Gobierno de la Provincia. Estamos muy conformes porque cada día se van abarcando más ciudades de Salta, donde podemos mostrar los vinos que producimos en nuestra provincia. Lo que queremos es que el salteño lo lleve en su cabeza, en el corazón y en el alma al vino de Salta, que sea un embajador más y que cada día que se pueda tener más etiquetas de nuestros vinos en toda la provincia.

Nuestra actividad tiene una amplia gama de productos, tenemos vinos de precios bajos, medios, altos, vinos exclusivos, con lo cual tenemos una gran oferta para todo el público salteño.

Un aspecto importante en este sector también es la generación de mano de obra que hay detrás de cada etiqueta...

La actividad vitivinícola es una gran generadora de mano de obra, sobre todo de mano de obra calificada. Por ahí hay mucha gente que trabaja desde hace mucho tiempo que no tiene estudios, pero año a año se van capacitando y realmente el verdadero protagonista y artista y hacedor del vino es la persona que está día a día trabajando, más allá de cuál sea su puesto, que pode, que desbrote, que coseche, que esté en la bodega, que envase o que etiquete... Son tareas que la gente las hace con mucha capacitación, cariño y ganas de superarse. Realmente la actividad nuestra es una generadora de mano de obra permanente, no tenemos ese trabajo golondrina en el que todos los años cambian los trabajadores, necesitamos mano de obra con capacitación y, sobre todo, amor por esta actividad.

Un logro del programa además de la articulación público privada fue poder trabajar en conjunto la mayoría de las bodegas...

Cada día que pasa la competencia es mayor, cada día tenemos que competir con vinos de otras zonas, de otros países; y entonces la única forma que nos queda es trabajar codo a codo entre todas las bodegas y los viñateros y unirnos para que Salta sea fuerte. Y en base a esa unión que vamos construyendo día a día logramos que el Gobierno de la Provincia tenga como parte de su política la actividad vitivinícola. Y logramos que, con crisis o sin crisis, se mantenga este programa que es el octavo año que se hace y esperamos que siga por mucho tiempo más porque no es algo que demande un gran presupuesto, pero año a año se van logrando los objetivos que son que las etiquetas de Salta tengan más presencia en todos los lugares de nuestra provincia. No solo en Salta capital sino en todo el interior.

¿Cuando habla de objetivos logrados significa que en Salta se revirtió la tendencia de mayor consumo de vino de afuera?

Sí, el trabajo se va haciendo y muchas veces las crisis coyunturales que encarecen los precios de los insumos cambian un poco la relación, pero lo importante es que se va avanzando y se va concientizando al salteño de que el vino de Salta es nuestro y, de esa manera, va aumentando el consumo de nuestro vino. Esperamos que el año que viene se continúe con este programa para seguir avanzando a otros lugares más alejados de nuestra provincia, para que en todos los rincones de Salta esté presente nuestro vino.

¿Qué le falta al sector vitivinícola salteño para estar mejor?

 Hay mucho para pedir, pero lo que verdaderamente necesitamos es que se continúe con este programa. Año a año uno va aprendiendo y se hacen las críticas a la consultora que desarrolla el programa, al Gobierno, y entre nosotros. Este es un aprendizaje constante y año a año tenemos que ir mejorando. El primer año éramos diez bodegas y ahora no podemos contar la cantidad de vinos que tenemos participando. Sería bueno que el año que viene todas las bodegas apoyen y participen porque cuanto más estemos presentes y más juntos trabajemos, cumplir los objetivos va a ser más fácil.

Un dato importante es que el vino salteño tiene una participación del 2% en el mercado nacional pero cuando se habla de exportaciones esa cifra sube al 9%. ¿Esa es una muestra de la calidad del producto?

Es correcto. El mundo demanda nuestros vinos. Salta tiene un potencial muy grande. El vino tiene tres condicionantes importantes: la variedad de la uva, el terruño (o sea el clima y el suelo); y otro aspecto importante que es la idiosincrasia de la gente que hace nuestro vino. Además nosotros tenemos un clima distinto al de otros lugares y nosotros mismo somos distintos, con nuestros defectos y virtudes, a los de otras zonas vitivinícolas. O sea, no solo es la altura sino la forma que tenemos nosotros, los que participamos en la actividad, de ser. Y hacer un vino es un arte, desde la poda, la cosecha, el enólogo, el ingeniero agrónomo... Esto es un arte, una pasión y todos ponen su granito de arena para que el vino de Salta sea distinto al de otras zonas del mundo.

¿Cuál es el gran distintivo del vino salteño sobre otros?

Tenemos la altura y la idiosincrasia, que te da un vino con más cuerpo, que cuando la persona lo prueba, al cabernet por ejemplo, le puede sentir el gusto del pimiento y es distintivo. Lo podría reconocer entre otros diez. Lo mismo pasa con el Tanath de Salta, está teniendo un carácter que lo hace distinto al de otras zonas. Hoy en día, en el mundo, prácticamente en todos los países se están elaborando vinos. Lo fundamental es tener algo que nos distinga, que nos caracterice. Y por supuesto, tenemos que tener una característica de Argentina, de Salta y de la localidad; porque no es lo mismo Angastaco, que Cafayate, Cachi o Molinos. Y las bodegas también tienen que tener sus diferencias. Te diría orgullosamente que los vinos de Salta son buenos, te pueden gustar o no, pero nadie puede decir que son malos. Los vinos de Salta tienen carácter y personalidad.

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