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A los 99 años murió Pancha Guaymás, peronista de estirpe

El 12 de noviembre hubiera cumplido 100 años. Conoció a Eva Duarte de Perón tras un viaje de 30 días.
Martes, 09 de octubre de 2018 03:04
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"Pancha" Guaymás, emblema del justicialismo en el interior de Salta, dejó de existir ayer por la mañana por una dolencia surgida en estas últimas semanas. Su pueblo querido de Campo Quijano llora a una mujer que se convirtió en ícono de la justicia social. Tenía 99 años y este 12 de noviembre hubiera festejado un siglo de vida.

Diega Francisca Ramos de Guaymás, como era su nombre completo, había nacido en Catamarca.

Desde muy pequeña vivió en Campo Quijano, donde creció, estudió y se casó. Con siete hijos -cuatro mujeres y tres hombres- tuvo 105 descendientes directos, entre sus 28 nietos, bisnietos y tataranietos.

"Panchita" llegó a conocer a Eva Duarte de Perón cuando encabezó un grupo de mujeres del Valle de Lerma que viajó 30 días para estar al lado de la "abanderada de los humildes", como se conoció a la esposa del presidente Juan Domingo Perón.

Por medio de su militancia, trabajó para y por las mujeres y sus reconocimientos. Estuvo ligada al peronismo desde sus comienzos.

Supo ser concejal en dos periodos legislativos, cuando en aquellas épocas el honor era muy importante para un político. Trabajó ad honorem en este cargo.

Bajo la bandera del justicialismo fue impulsora del Centro de Atención de Chicos Especiales y participó activamente en la militancia del partido. Llegó a ser convencional constituyente. Tuvo contacto con cuanto dirigente provincial llegará a ocupar un cargo importante. "Siempre había gente comiendo en casa, nuestro hogar era de puertas abiertas a todos, era un unidad básica sin cartel", cuenta Estela, una de sus hijas. Así era "Pancha", católica y peronista, como decía ella. Ayudaba a mucha gente, sin preguntar el origen del necesitado. Incluso hubo personas carenciadas que no tenían techo para quienes la casa de Doña Panchita fue un albergue.

Roberto Romero fue un incansable dirigente que frecuentaba a Pancha. "Algunas veces llegábamos a casa, y ahí estaba Don Roberto hablando con la mamá. Aconsejaba y ponía interés en todo lo que ocurría con la política salteña", cuenta una de sus hijas.

Fue una de las fundadoras del Club Boroquímica y congresal provincial del justicialismo. Era la única mujer entre 14 hermanos. Fue una mujer de carácter, lucha y trabajo. Cobijó humildemente a hombres y mujeres y levantó en alto la bandera del Movimiento Nacional Justicialista de Salta.

Su responsabilidad tenía facetas impensadas para una persona de su edad. Cuentan sus nietos que "ella quería un cumpleaños peronista, con 400 invitados y toda su familia". A pesar de su edad, estaba atenta a todo.

En las elecciones pasadas, fue a votar a la escuela que le correspondía. Con 98 años, era un ejemplo para muchos. Cumplía con su deber ciudadano, sin reclamo ni rezongo.

Concurría con algunas de sus nietas al lugar de votación. El sistema de voto electrónico no fue un impedimento para ella. Muchos se asombraban cuando la veían votar. Estaba lúcida en estos tiempos.

"Pancha" deja un profundo vacío en aquellos que la conocieron como mujer inspiradora, y con ideales bien claros.

"Las ideas no se matan, tampoco se venden", decía la dirigente del justicialismo. Sus restos serán velados para su despedida final en el Club Boroquímica de Campo Quijano. Recibirá cristiana sepultura hoy al mediodía.

 

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