Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
14°
26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Sanidad II, una desolación, después del diluvio

Vecinos sacaban el agua que ingresó a sus casas. Piden obras y que nivelen las calles.
Jueves, 01 de febrero de 2018 00:00
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Cuando las aguas bajaron, en Sanidad II se destapó esa desolación de la vulnerabilidad. Ayer a las 15, familias de ese asentamiento de la zona sudeste sacaban el agua que ingresó a sus patios, e incluso a sus precarias viviendas.

Ya no llovía, pero la humedad pesaba bastante. El agua podrida, la basura desparramada y los lodazales hacían una odisea andar por esas calles desniveladas, por donde corrió el agua con fuerza durante la mañana.

Karen Aguas tiene 34 años y desde hace diez años vive en Sanidad II, cerca del río Ancho, límite con Cerrillos.

Se ríe unos segundos por su apellido. A su alrededor hay agua, pero esa que molesta. Su cuñado, Nicolás Escalante (22), intentaba sacar el agua con un haragán de la vivienda y otros familiares hacían lo mismo con baldes y jarros.

Al frente había perros echados, con ese desánimo de que nada cambiará.

Los vecinos del sudeste salteño reclaman obras. Admiten que esa urbanización surgió sin planificación. Piden que se nivelen las calles y que la Municipalidad haga cordón cuneta.

Otra vecina, que construye su casa de a poco, sacaba el agua de la loza de su casa para evitar que la humedad avance. No llegó a poner las capas para evitar el deterioro que genera el agua.

En los pozos de agua que quedaron en Sanidad, algunos niños jugaban como si nada pasara.

Riesgo latente

Manuel Rodríguez ya sabe que cada vez que llueve deviene el caos. Vive desde hace seis años en Sanidad II y espera con ansias que se ejecuten obras para que no se inunden cada vez que cae un chaparrón. 
El agua que cae rápido en el río come más la tierra y genera más desniveles en las calles y pasajes, en la zona de ese puñado de viviendas. Allí temen también una tragedia. Es que al mirar arriba hay un tendal de conexiones clandestinas de energía eléctrica. 
Los niños juegan, remarcan, y esos cables pueden caer en las lagunas que se forman. Los vecinos lamentan que algunas personas tiren basura por todos lados. Aunque no es el problema de fondo, esa acción genera más problemas ante las lluvias como la que se registró ayer. 

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD