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Los últimos tres meses de 2017 resultaron con una mejora en la actividad laboral en la provincia, aunque el trabajo informal y el desempleo siguen altos, luego de una meseta en la generación de puestos para trabajadores en la mitad del año que solo tuvo como única variante en la recuperación al sector de la construcción.
El Indec publicó ayer los indicadores socioeconómicos definitivos sobre el cuarto trimestre del año pasado, cuando en el aglomerado Salta (que comprende Capital y municipios colindantes) se registró una tasa de empleo del 56,1% sobre la población adulta de hasta 64 años. Comparado con el mismo período de 2016, el trabajo creció un 3,9% y si la relación se la hace con el tercer trimestre anterior, la suba fue del 1,7%.
En cuanto al trabajo en negro, el distrito salteño sigue en los primeros lugares del país con ese flagelo, con un 42,7% de empleados precarizados y sin aportes patronales. Se encuentra en el cuarto lugar del ranking de la informalidad, por debajo de Río Cuarto (44,8% de empleados no registrados), Tucumán (44,2%) y San Juan (43,7%).
De todas maneras, el empleo en negro local tuvo una leve caída del 1,3%, en la comparación interanual. A nivel nacional, la tendencia fue al revés: la cantidad de asalariados sin descuentos jubilatorios fue 34,2% en el cuarto trimestre, seis décimas más que un año atrás.
Desempleo
El índice de desocupación de Salta sigue alto. Llegó al 8,3% entre octubre y diciembre pasado, el mayor del noroeste argentino en esos meses. Si bien el porcentaje enciende luces de alerta, ya que creció un 1,2% con respecto al final de 2016, gran parte del aumento se explica en la cantidad de personas que empezaron a buscar trabajo o ya lo tienen (tasa de actividad) en el cuarto trimestre de 2017.
En el último período analizado, la tasa de actividad en la provincia fue del 61,2%, una de las mayores del país, mientras que un año atrás llegó al 56,2%.
En todo el país, el desempleo descendió al 7,2% en el cuarto trimestre pasado y retrocedió 0,4 puntos porcentuales con relación a iguales meses de 2016.
Lo que viene
Las tenues mejoras en los datos laborales para Salta y a nivel nacional que completan las cuatro series de 2017 hacen prever que esta tarde, cuando se presenten los números de la pobreza del Indec de la segunda mitad del año pasado (está previsto que el presidente Mauricio Macri haga el anuncio), haya una disminución en la cantidad de familias que no llegan a cubrir la canasta básica de alimentos y servicios.
El anterior estudio del organismo de censo y estadística sobre cuántas personas no llegan económicamente hasta fin de mes determinó que en el primer semestre del año pasado, el 28,6% de los argentinos estaba por debajo de la línea de la pobreza. En Salta, el índice llegó al 27,4%.
De acuerdo a estimaciones de economistas, ese número se ubicaría en esta oportunidad entres dos y tres puntos menos. Sin embargo, en la provincia la mejoría sería temporal.
El panorama del primer trimestre que esta a punto de terminar no es alentador. La sequía que golpea al sector agropecuario de la zona más productiva de Salta ya dejó a varios desempleados en el inicio de 2018. Del mismo modo, la crisis azucarera, en la industria que más mano de obra contrata, significó el cierre del ingenio San Isidro y masivos despidos en la empresa El Tabacal. A ello se debe sumar una baja en el ritmo de inversión en las obras públicas, debido a que el Gobierno nacional ahora apuesta a que sean financiadas por el sector privado y, en el mejor de los casos, esos planes empezarán a cristalizarse en la segunda mitad del año.
Nada de lo que pasó desde enero hace presuponer que en el próximo estudio laboral del Indec haya buenas noticias.
Menos obras al inicio de 2018
Solo la construcción generó durante el año pasado cerca de mil puestos de trabajos formales en la provincia, uno de los pocos movimientos laborales que se registraron en ese período.
El Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) publicó ayer un informe sobre la actividad, en el que se observa que la tendencia de crecimiento del empleo en el rubro se mantiene en el inicio de 2018, aunque a un menor ritmo.
El documento da cuenta de que en enero pasado había 8.187 obreros registrados, un 4,2 por ciento más en la comparación interanual. Si la relación es con diciembre, hubo una caída de puestos en las obras del 2,2%.
El presupuesto austero que planteó el Gobierno provincial para este año y las demoras de las obras nacionales hacen prever que el sector público no será este año el motor del empleo en la construcción como lo fue en 2017, pero hay expectativas sobre las inversiones en la parte privada.
Algo distinto se vislumbra en el resto del NOA.
Salta fue, lejos, la que menos creció en generación de empleos en enero en la región. Primero se ubicó Jujuy , con una suba del 45,6 por ciento, sigue Santiago del Estero (30,8%), Tucumán (20,3%), Catamarca (9,4%) y La Rioja (5,1 por ciento).
El número de empleadores en la industria constructora local no menguó. El mes pasado hubo en actividad 531 contratistas, de acuerdo al Ieric, 41 firmas más que en febrero de 2017.
A nivel nacional, el empleo formal en la construcción alcanzó en enero pasado un total de 418.385 puestos de trabajo, que representa un incremento del 11,8% interanual, mientras que el nivel fue muy similar al verificado durante diciembre de 2017, según el informe de coyuntura.
“Se dio a pesar de que era esperable evidenciar una baja estacional que afecta comúnmente la actividad sectorial en el periodo estival”, se aclara en el estudio.