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Hoyadas, cuencas, bolsones y fosas

Los bajos naturales son reservorios minerales y aportan extraordinaria información sobre la historia geológica y la estructura de la corteza terrestre. 
Lunes, 04 de febrero de 2019 02:34
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Dentro de la geografía regional del noroeste argentino existe una amplia variedad de relieves deprimidos. Ellos reciben numerosos nombres, a veces sinónimos, sobre los cuales reina una natural confusión. Dada la importancia geográfica o económica de estas entidades fisiográficas, se busca aquí aclarar su significado. Entre los vocablos que hacen referencia a zonas deprimidas, se tienen cuencas, bolsones, depresiones, fosas, hondonadas, bajos, cubetas, hoyadas, etcétera. Los valles, quebradas y cañones pertenecen a otras características fisiográficas.

La palabra "cuenca" hace mención etimológica a "cuenco": recipiente cerámico para consumir agua o alimentos. En general se refiere a una zona deprimida, plana, semicircular, rodeada por serranías de baja a mediana altura, con drenaje interno. Según el clima, puede contener en su interior una llanura con pastizales o si el ambiente es desértico puede dar lugar a una salina o salar.

Los salares de la Puna son cuencas endorreicas (con drenaje interior) y pueden ser de muchos tipos. Así se tienen cuencas íntervolcánicas para designar aquellas rodeadas completamente por edificios volcánicos; intra - volcánicas, para aquellas que se encuentran en el interior de una caldera (ejemplo Laguna Diamante, en la caldera del Galán, Catamarca); ínter-

tectónicas, cuando están rodeadas por bloques rotos de corteza; intra-

tectónicas, cuando se han empotrado dentro de un bloque tectónico (ej., Salar de Diablillos, Salta). Luego se tienen las numerosas combinaciones mixtas entre cierres volcánicos o tectónicos para dar cuencas volcano-

tectónicas o tectono-volcánicas, según cuál de los elementos geológicos predomine.

En 1991, junto a la Dra. Teresa E. Jordan de la Cornell University, y otros autores, definimos internacionalmente a las cuencas de la Puna como de intra-arco/intra-plateau, o sea que yacen dentro del plateau de la Puna y están confinadas por el arco volcánico continental de los Andes Centrales y sus ramificaciones orientales (Cf., Geology, 19, pp. 401-404).

El término cuenca no solo se refiere a la unidad morfológica del relieve moderno, sino que ha sido adaptado por la geología en un sentido mucho más amplio, y sirve para designar un área antigua de acumulación de sedimentos.

Así hablamos de cuencas petroleras (cuyana, neuquina, fueguina, etcétera); cuenca imbrífera (ríos), cuenca chaco-paranense (regiones amplias); cuenca devónica o cuenca cretácica (para períodos de tiempo), entre otras.

Fosas y bolsones

Un término que también se refiere a un relieve cerrado es el de bolsón. "Bolsón" hace referencia etimológica a una bolsa. En nuestra geografía tenemos el bolsón de Pipanaco, en el ambiente de las Sierras Pampeanas catamarqueñas. Por encontrarse en ambiente árido contiene una delgada costra salina en superficie y por eso también se lo llama el salar de Pipanaco. Salar que nada tiene que ver en su constitución con los salares de la Puna argentina, portadores de sales y salmueras de constitución volcanogénica, donde dominan el litio y los boratos.

Bolsa se usa en Chaco y Formosa para una depresión eólica. También se tiene el término depresión precisamente para un área hundida. Entre Santiago del Estero y Córdoba se extiende la gran depresión de Salinas Grandes, un territorio inhóspito y reseco que era el calvario de los viajeros decimonónicos que tenían que cruzarlo en toda su extensión por el camino de postas en sus viajes desde Buenos Aires a Potosí.

Un término menos común es el de fosa, que hace referencia a fosas tectónicas, o sea un bloque hundido entre dos bloques elevados que lo limitan lateralmente. Corresponde a lo que en alemán se define como "Horst und Grabben" y en inglés como "Basin and Range". Estos significan simplemente cuencas y serranías y se forman en los sectores en donde la corteza se encuentra en extensión, o sea donde se está estirando. El desierto de Mojave y el Valle de la Muerte en California pertenecen a esta categoría. El Rift africano también.

Valles que son fosas

En la Puna argentina y en los valles de la Cordillera Oriental se da este escenario de cuencas y serranías pero en un contexto muy diferente, ya que la corteza no se está estirando sino que, por el contrario, se está acortando.

Esta situación es muy clara en la Puna, donde las fosas o cuencas se han formado por el acortamiento de otras previas y de mayor tamaño en las cuales yacen empotradas. Así, los grandes valles de Humahuaca, Calchaquí, Lerma y Siancas, por mencionar a los más importantes, no son valles en el sentido estricto sino fosas tectónicas.

La fosa tectónica de Lerma es una depresión asimétrica limitada por un cordón montañoso de más de 5.000 m sobre el nivel del mar a occidente, -las cordilleras del poniente, como les decían los viejos salteños-, y una sierra baja de menos de 1.500 m de altura a oriente; o sea los cordones de Lesser y Mojotoro, respectivamente.

Las fosas tectónicas se formaron como resultado de la elevación paulatina de los bloques de corteza por el empuje andino horizontal. La fosa de Lerma fue un espacio cerrado, endorreico, unos 300 mil años atrás y estuvo ocupada por un gran lago (lago Lerma). Ese lago se rompió y se vació por la erosión retrocedente del antiguo cauce del río Juramento.

El dique Cabra Corral es un pequeño embalse en el cierre original donde se rompió el lago en tiempos geológicos. Hoy la depresión de Lerma está abierta y con dos salidas hídricas que fluyen por el Mojotoro y el Juramento.

Este tipo especial de valles formados no ya por bloques hundidos en un terreno que se estira como los "Grabben" o "Basin", sino al revés por un terreno que se acorta y comprime, fueron definidos como "Keil" por el geólogo alemán Klauss Schawb.

El terremoto de La Poma

Un buen ejemplo es el Valle Calchaquí a la altura de La Poma, donde dos bloques de montaña enfrentados se están acercando, cerrando y comprimiendo a la región. El terremoto de diciembre de 1930 sobre la falla occidental del Valle Calchaquí, que destruyó completamente el pueblo de La Poma, fue parte de esa fenomenología. No existe un término en español para dichas fosas compresivas. Keil en alemán significa cuña, o sea que podrían llegar a designarse como "valles en cuña".

Las cuencas o depresiones pueden ser cerradas como las de la Puna o abiertas como en el Valle Calchaquí, que desagua por el cañón del río de las Conchas, o bien el Valle de Lerma, que desagua por los cañones de Juramento y Mojotoro.

No entran en consideración las llamadas fosas oceánicas (simas) como la del norte del Chile o las de las Marianas, que alcanzan entre 8 y 11 km de profundidad.

La estructura de la corteza

Otra palabra para una depresión natural es "bajo". En la Patagonia es común el término para designar alguna hondonada (ej., Bajo de San Julián, Bajo de los Menucos). A veces pueden coincidir con impactos meteoríticos, como el campo de Bajada del Diablo en Santa Cruz. Como contraparte los llamados "hoyos" del Campo del Cielo, en la llanura chaqueña de Chaco y Santiago del Estero, son producto de una lluvia meteorítica de grandes moles de hierro-níquel que se precipitaron a la Tierra unos 5.000 años atrás. Hoyas y hoyadas también designan depresiones del relieve y hay varios ejemplos en el norte argentino.

Como se aprecia la morfología de las depresiones es muy compleja y pueden tener múltiples formas, tamaños y orígenes relacionados con tectónica, subsidencia, erosión, colapso volcánico, cráteres de impacto, etcétera.

Las cuencas modernas pueden ser valiosos reservorios de sales y salmueras, como los salares de los Andes Centrales. Las cuencas antiguas pueden albergar importantes yacimientos de petróleo, carbón, uranio, vanadio, cobre, plata, plomo, tierras de diatomeas, zeolitas, bentonitas, boratos, potasa, calizas, dolomitas, baritina, celestina y un sinfín de sustancias minerales de interés económico. De allí que el estudio de estos ambientes deprimidos de la corteza terrestre y su origen geológico tengan una gran importancia científica.

 

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