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Giselle Rímolo, la falsa médica que recibió una condena a nueve años de prisión por ejercicio ilegal de la medicina y adulteración de medicamentos, recuperará la libertad en los próximos meses pero se encontrará con una realidad mucho más complicada que la de sus años en prisión. Perdió su casa familiar y su marido, el abogado Juan Gainedú -quien la sigue acompañando desde lo humano llamándola por teléfono todos los días a la cárcel- estaría viviendo una nueva relación de pareja con otra mujer en la casa a la que Rímolo iría a vivir cuando sea liberada.
Rímolo y Gainedú siguen siendo marido y mujer ante la ley, y él es el único que nunca la abandonó durante sus años presa. Sin embargo, en los hechos el hombre volvió a formar pareja estable. Si la ex de Silvio Soldán lo sabe o no, es un misterio. Lo que sí sabe la falsa médica es que pronto podrá recuperar la libertad tras las gestiones de su abogado defensor, Roberto Schlagel, para que se reduzca su pena por haber realizado cursos y estudios en prisión, en lo que se denomina “estímulo educativo”.
Alojada en una unidad especial en el marco del programa “Prisma”, que integran presos con afecciones psiquiátricas, Mónica María Rímolo -su nombre en rigor- mejoró notablemente su estado de salud aunque conserva sus problemas de base: es diabética e hipertensa, por lo tanto, forma parte del grupo de riesgo ante un eventual contagio de COVID-19. Por este hecho se demoraron sus salidas transitorias previo al otorgamiento de la libertad condicional que empezará a gozar en poco tiempo.
La recuperación de su libertad será paulatina. Primero, una vez que se habiliten las salidas transitorias por la pandemia, Rímolo empezará a salir por períodos de 12 horas, un día de los fines de semana, una vez a la semana. Después podrá salir un día entero y así sucesivamente, sumando horas hasta que consiga la libertad condicional, lo que su abogado espera para fines de este año o los primeros meses del 2021.
Cuando obtenga su libertad, Rímolo debería ir al domicilio que tiene fijado en la localidad bonaerense de Don Torcuato, en zona norte, o adonde fue detenida por última vez para completar su condena en 2017: la casa de Gainedú. Pero tras la muerte de su hermano -quien también estuvo preso en la misma causa que la condenó- y de su madre, la falsa médica habría perdido posesión de la casa. Por lo tanto -según fuentes de su escaso entorno-, iría a vivir con quien por ley aún es su marido, lo que a su vez la obligaría a compartir techo con la nueva pareja de él.
Rímolo estudia computación y pintura letrista, se encarga de limpiar los sanitarios de los baños del pabellón donde se encuentra alojada y tiene la tranquilidad de que allí no se hayan registrado casos de coronavirus que pongan en riesgo su salud frágil pero estable. Tiene sobrepeso, ya no usa tintura para el pelo y sigue los consejos de su abogado para que nada complique la estrategia de defensa para que le conmuten parte de su condena y así obtener antes la libertad condicional. Gainedú la visitaba hasta que empezó la pandemia pero ahora la sigue llamando a las nueve de la noche, todos los días, siendo su único contacto con el mundo extra muros.
Fuente: Infobae