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A un mes del decreto que obliga a los salteños a circular en la vía pública con barbijos o tapabocas, la Policía de la Provincia realizó 890 infracciones en la ciudad de Orán a vecinos que incumplían con la norma. En el decreto sancionado el 4 de abril del corriente año se puntualizó el aislamiento social preventivo y obligatorio, y en la provincia fue la fuerza policial la encargada de los controles y además de las infracciones por no portar tapabocas. También se secuestraron vehículos y se labraron actas por no cumplir la cuarentena.
Alrededor de 1.200 infractores fueron sorprendidos en las calles sin poder justificar sus salidas, de los cuales 346 quedaron demorados por ser reincidentes.
Por su parte, 30 automóviles van siendo secuestrados hasta hoy, por incumplir con la normativa mientras que en cuanto a las motocicletas 914 fueron las retenidas.
El comisario José Ibarra, jefe de la Unidad Regional N§ 2 de la Policía de la ciudad de Orán, comentó en medios locales los secuestros de motocicletas en los controles viales y el "pago voluntario" de la multa de $1.350 para recuperar el rodado, afirmando que todo lo recaudado va a la Jefatura provincial, siendo destinados esos fondos a la compra de insumos y elementos de protección contra el coronavirus.
Ibarra detalló que al momento llevan retenidas 914 motocicletas, y teniendo en cuenta que el "pago voluntario" es de $1.350, la suma recaudada solo en Orán debería ser de $1.234.000.
El destino final de la millonaria cifra, dijo Ibarra, "es para la compra de insumos de protección contra el coronavirus, pero a Orán solo llegaron a principios de la cuarentena barbijos y guantes para el personal".
Ibarra también explico las dificultades técnicas y operativas informando que el 911 solo cuenta con dos líneas telefónicas para 90 mil habitantes.
Dificultades operativas
"Se estuvieron recibiendo reclamos verbales y escritos de vecinos sobre la demora del 911 para brindar asistencia. Al aumentar la cantidad de llamadas de la gente por contravención, delitos o por emergencia socio sanitaria, el sistema no está acorde a las necesidades que tienen los vecinos", dijo. Y agregó que el promedio de demora que se estima para que un móvil policial llegue al lugar de la denuncia es de 8 minutos pero depende de las circunstancias. Sin embargo, cabe mencionar que la comunidad manifestó que la demora es mucho mayor. En relación con esto, el comisario aclaró: "La persona que tiene la urgencia, un minuto que demora la policía le representa una hora por la necesidad. Nosotros tendemos siempre a llegar lo más pronto posible".
Consultado sobre cómo se debería agilizar el servicio, contestó que implementar un sistema de líneas rotativas como en Salta capital sería lo ideal ya que no produce demoras. "Ingresa el llamado e inmediatamente es derivado a distintos operadores (civiles)", dijo.
Esto fue elevado a las autoridades provinciales quienes ya tienen conocimiento de las "demoras que están ocurriendo y sobre las capacidades técnicas que tiene el servicio".
Existe una falta de recursos y el sistema que se implementa en Orán "no se encuentra con la disponibilidad de atender 50 incidentes en simultáneo", finalizó el comisario.