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El primer ministro israelí, Naftali Benet, anunció ayer en rueda de prensa el inicio de una campaña de vacunación contra la COVID-19 con una cuarta dosis para los mayores de 60 años y trabajadores sanitarios.
El país aprobó este fin de semana la segunda inyección de refuerzo para personas inmunodeprimidas y mayores en residencias y hospitales geriátricos y ayer autorizó ampliarla a un sector mayor de la población.
Israel adelantó en diciembre una campaña de vacunación con la cuarta dosis e inmediatamente la suspendió por discrepancias entre los expertos.
"Hay una gran cantidad de diagnosticados al mismo tiempo, por encima y más allá de la capacidad razonable del sistema (sanitario)", alertó Benet y predijo un aumento significativo en las próximas semanas.
La cuarta inyección se administrará al menos cuatro meses después de haber recibido la tercera dosis.
Con las fronteras cerradas, el país registró ayer más de 4.000 casos con una tasa de positividad del 4,57% y 110 personas hospitalizadas en estado grave.
El Gobierno israelí defendió su apuesta en los tratamientos contra la COVID-19 para evitar enfermedades graves y la vacunación, centrada en los menores, ampliada con la cuarta dosis a sectores vulnerables.
Pionero en iniciar la vacunación masiva, hoy estancada por los opositores a la inyección, el país tiene casi 6 millones de residentes de una población de más de 9 millones vacunados con las dos dosis, y 4,2 millones inoculados con la tercera.
Con intención de motivar a la inoculación, anunció que quienes reciban una primera dosis podrán obtener el llamado pase verde, que da accesos a determinados espacios y eventos, por un plazo de 30 días.
Benet también informó que las personas vacunadas de 5 años o más que tenga una prueba de COVID negativa quedarán exentas de la cuarentena como exigía hasta ahora y Sanidad estudia aliviar más restricciones, como la entrada de turistas al país prohibida desde noviembre.
A su vez, el Ejecutivo reimpuso el pasado viernes la obligatoriedad de usar barbijo en exteriores, en reuniones de más de 50 personas, así como portar un pase verde para acceder a eventos al aire libre con un aforo por encima de 100.
Píldora de Merck
El Ministerio israelí de Sanidad aprobó ayer el uso de la pastilla antiviral contra la COVID-19 de la empresa farmacéutica estadounidense Merck y anunció la firma de un contrato para recibir la primera remesa.
Israel ha comenzado también a administrar el fármaco Paxlovid, la píldora de Pfizer, con el fin de incluir los tratamientos en la estrategia para combatir la pandemia.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA) autorizó en diciembre el uso de emergencia de esta pastilla, conocida también como molnupiravir o lagevrio, que reduce las hospitalizaciones y muertes por COVID en casi un 30%.