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Una inflación récord, y sin un plan reactivador

Jueves, 06 de enero de 2022 00:00
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El rechazo al presupuesto 2022 diseñado por el ministro de Economía Martín Guzmán nos dio la pauta de lo que será el Congreso en los años 2022 y 2023, que además no solo estará marcada por la paridad de los votos y la dinámica para acordar proyectos sino también por la carrera hacia las próximas elecciones, que como podemos observar ya comenzó.

Agenda al rojo vivo

La dinámica legislativa tendrá que tener un significativo movimiento respecto a temas económicos con el objetivo de continuar con el proceso de reactivación y crecimiento para salir de la crisis que se agudizo con la pandemia y en forma particular con dos temas centrales, que son la negociación con el Fondo Monetario Internacional y la discusión del Plan Plurianual que hasta el momento no conocemos mayores detalles. E Gobierno, después del revés del presupuesto 2022, tendrá que resolver su propio frente interno, ya que actualmente solo atina a echar culpas responsabilizando a la oposición

Por otro lado, a la oposición -concretamente a Juntos por el Cambio- no le queda mucho margen y tendrá que acompañar el acuerdo con el organismo internacional (FMI), ya que fue justamente en el gobierno del ingeniero Mauricio Macri que se aprobó en forma exprés un crédito sin antecedentes, además con el sesgo ideológico de amigarse con el mundo deberá acompañar las exigencias y mostrarse en forma complaciente.

La falta de acuerdo y los abultados vencimientos del 2022, que comenzarán a partir de marzo, serán uno de los principales obstáculos que deberá solucionar el Gobierno.

Será imprescindible para lograr el crecimiento de la economía observar los avances de la agenda planteada por el Gobierno relacionada con la "ley de compre argentino", el fomento a las exportaciones, especialmente de la agroindustria, la extensión del esquema de promoción fiscal e impositiva para la construcción, el proyecto de estímulo a la producción automotriz y autopartista, la Ley de Hidrocarburos, Régimen de desgravación impositiva a la producción de NOA y NEA, entre otros puntos, ya que a pesar de los anuncios esperamos que comiencen a activarse.

Inflación, un escollo

Es necesario e imprescindible que la inflación comience a disminuir, ya que las proyecciones para el 2022 no son de las mejores, se deberán corregir los desequilibrios en los precios, que seguramente el impacto será significativo y el contexto internacional tampoco nos ayudará.

La inflación del 2021 terminará por encima del 50%, según las proyecciones que acompañan a la Encuesta de Expectativas de Mercado (EEM) que realiza el Banco Central de República Argentina (BCRA), estimando para 2022 un piso de 52,1%, y algunos economistas esperan un valor superior.

El Gobierno en el Presupuesto 2022 proyectó una inflación anual del 33%, porcentaje considerado una fantasía por legisladores de la oposición en el pasado debate para aprobar el Presupuesto 2022, estrategia similar al Presupuesto 2021, que tenía por objetivos, entre otros: bajar las expectativas en la negociación de precios y salarios y disponer de mayor recaudación para destinarla a erogaciones discrecionales.

Esta estrategia no tuvo el resultado esperado por el Gobierno en el Presupuesto 2021, que estimó una inflación del 29%, ya que la inflación estuvo en un 3% mensual con un salto en marzo del 4,8%, quedando atrás todas las proyecciones. Habrá que ver si el 2022 el equipo económico acierta en esta quiniela.

El ministro Martin Guzmán explicó que este proceso (33% de inflación) forma parte de las discusiones con el FMI por la renegociación de los U$S 45.000 millones de deuda tomada en 2018 y 2019, además de preverse un movimiento alcista en las tasas de interés y menor desequilibrio macroeconómico que los años 2020-2021, que fueron ocasionados por la pandemia y las elecciones de medio término.

Ya en el marco de las negociaciones con el FMI el Gobierno prevé comenzar un proceso de aceleración de la devaluación de nuestra moneda achicando la brecha entre el dólar blue y el oficial, también actualización de las tarifas de servicios públicos, especialmente todo lo relacionado con energía, tarifas de servicios públicos y otros regulados, como transporte público, especialmente en la CABA y Gran Buenos Aires, ajustes que tendrán mucha incidencia en el alza de los precios, especialmente minoristas

Y para completar se podrá sumar la salida del congelamiento el próximo 7 de enero de más de 1.400 productos de consumo masivo y medicamentos, el descongelamiento o posterior congelamiento vendrá con nuevos aumentos permitidos por la Secretaria de Comercio Interior, que según adelantó su titular, Roberto Feletti, la salida del congelamiento debe ser una canasta amplia administrada de acuerdo con la política de ingresos.

La consultora LCG proyectó para 2022, en la medida que se avance sobre la corrección de algunos precios relativos, que la inflación tendera a acelerarse. Nuestra proyección es una inflación como piso del 60%, medida a diciembre 2022.

También la consultora Econviews, opino: teniendo en cuenta ese mar de fondo, la inflación podría alcanzar hasta 58% en 2022. Ese porcentaje supondría el avance de precios minoristas más alto desde 1991 (84%) y también por encima del 53,8% que marcó el indicador en 2019.

La inflación a nivel internacional será otro factor que jugara en contra, ya que la salida de la peor etapa hasta ahora conocida de la pandemia ha producido un escenario de mayor demanda en un contexto de menor producción y repercutió en un aumento del precio de las materias primas y combustibles, estos trastornos han incidido en el abastecimiento global, poniendo presión en los precios.

Sin ir más lejos en los Estados Unidos la inflación interanual en noviembre llego al 6,9%, considerados valores récords en los últimos 40 años.

Esta dinámica provocó en nuestro país aumentos en los insumos para producir y también en los alimentos, estimando, según proyecciones del FMI y del Banco Central Europeo, que se mantendrán en el primer semestre del 2022

El rubro alimentos será clave en la determinación de los precios, ya que en los últimos tres años terminó por encima del nivel general de precios, estimando que en el actual será parecido y el ejemplo más paradigmático es que la carne vacuna en los últimos 12 meses aumento en promedio un 75.5%.

 

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