Julio César Calisaya, de 36 años, está acusado de perpetrar un feroz femicidio contra Lorena Beatriz Vique (37). El 8 de julio ambos estaban en la plaza de Vaqueros, localidad ubicada al norte de la ciudad de Salta, cuando tras una discusión verbal el sujeto pasó a la agresión física y terminó con la vida de su pareja asestándole varias puñaladas. Hoy comienza el juicio contra el acusado del aberrante hecho y se extenderá hasta el próximo viernes.
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Julio César Calisaya, de 36 años, está acusado de perpetrar un feroz femicidio contra Lorena Beatriz Vique (37). El 8 de julio ambos estaban en la plaza de Vaqueros, localidad ubicada al norte de la ciudad de Salta, cuando tras una discusión verbal el sujeto pasó a la agresión física y terminó con la vida de su pareja asestándole varias puñaladas. Hoy comienza el juicio contra el acusado del aberrante hecho y se extenderá hasta el próximo viernes.
La audiencia de debate se llevará a cabo en la Sala V del Tribunal de Juicio, causa seguida contra Julio César Calisaya (36), por homicidio doblemente calificado por el vínculo –relación de pareja previa- y por mediar violencia de género.
El juicio será presidido por la jueza Mónica Faber. Por el Ministerio Público intervendrá la fiscal penal de la UFEM, Mónica Poma. La defensa del acusado estará en manos de Juan Marcelo Britos Astigueta y Mauro Francisco Ver Nazr. En representación del hijo de la víctima, como querellante, intervendrá Sebastián Schmidt Dodds.
El jueves 8 de julio del año pasado, carca de las 23.15, ocurrió el crimen en una calle ubicada junto al río Vaqueros, detrás de la plaza Paseo Costanera. Esa noche efectivos que circulaban en un móvil fueron alertados sobre el pedido de auxilio de una mujer. Antes de llegar al puente, un hombre que se identificó como personal policial les comunicó que un vecino lo había interceptado cuando iba en su auto particular para avisarle que había escuchado gritos de mujer provenientes de la plaza ubicada junto al río.
Al llegar al sector de los juegos recreativos observaron a una mujer tendida en la tierra. Tenía manchas de sangre en la cara, en el cuero cabelludo y en las prendas de vestir, y a su lado estaba Calisaya sujetando un cuchillo a la altura de su cuello. Al ver a los policías les dijo: "No se acerquen porque me voy a matar. La estoy matando porque ella me fue infiel y el otro le hace la cabeza".
Los oficiales que intervinieron solicitaron una ambulancia y trataron de tranquilizar al sujeto para que desistiera de su actitud. Uno de los policías lo rodeó y logró que Calisaya soltara el cuchillo, y seguidamente procedieron a detenerlo. Por su parte, la víctima falleció antes de llegar al hospital.