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La venta de barbijos en varias farmacias de la capital salteña disminuyó notoriamente y cada vez se puede ver menos gente en la calle que los usa.
Pero los especialistas en salud y farmacia advierten la importancia de continuar con el uso ante el brote epidémico de gripe que se registra desde hace unas semanas. Es que casi el 40 por ciento de las muestras que se estudian para virus respiratorios son positivas para esa enfermedad.
La directora técnica de Farmacia Sudamericana, María Rosa Franza, aseguró que bajó la venta de barbijos un 50 por ciento.
De cada 10 clientes que ingresan al local, a 5 les tienen que exigir que se coloquen el barbijo. “Lo que pasa es que la gente ya no lo usa. Esto se puede ver en los negocios, al tomar el colectivo, en muchos lugares. Quienes vienen temprano al centro para hacer trámites se lo olvidan y vienen desesperados a comprar porque, por ejemplo, necesitan entrar al banco pero el tema es que ya anduvieron por todas partes sin el barbijo”, señaló Franza.
Los precios de los barbijos se mantienen y dependen de las marcas, modelos y formas. Van desde los 50 pesos los quirúrgicos tricapa, hasta 650 los Ion o Atom Protect Conicet.
En la época más dura de la pandemia, en 2020, se vendían 500 barbijos quirúrgicos por semana. Ahora se comercializan 250, es decir, la mitad.
En la farmacia Sudamericana hay carteles sobre las medidas de higiene y prevención de COVID-19 y un guardia en la entrada exige el barbijo y la colocación de alcohol en gel. Sin embargo, hay clientes que llevan puesto su barbijo como “collar”.
“Nosotros somos rigurosos en este aspecto. Hay gente a la que le pedís que se coloque el barbijo y se ofende. Hay rechazo. Algunos dicen que no pueden escuchar, respirar, que se le empañan los lentes. Los hombres adultos mayores son los más reticentes. Se les baja el barbijo cuando hablan también”.
Alcohol en gel
Con relación al alcohol en gel, Franza explicó que hubo un boom de ventas previo al comienzo de clases este año, ya que las familias buscaron aprovisionar a los niños para la escuela. “Pero tampoco se vendió como antes. La gente se ha descuidado bastante. Al liberarse todas las actividades muchos se descuidan”.
Y recalcó la importancia de utilizar barbijo aun en la vía pública, porque “uno no sabe si alguien que se le acerca puede toser, o a veces tocas algo con la mano y te la llevas a la cara”.
Sostuvo que si bien hubo una merma fuerte de casos de coronavirus, ahora se visibiliza un leve aumento. “La gente ve las cifras y piensa que como disminuyeron ya no se necesitan cuidados, pero se están dando entre 50 y 60 casos ahora. Además
Salta tiene un porcentaje de mayor cantidad de muertes. Siempre hay fallecimientos
Turistas
Durante un relevamiento por las peatonales céntricas se pudo observar que la mayoría de los turistas no utilizan barbijo y que de cada 10 ciudadanos, aproximadamente 6 tienen barbijo y cuatro no. Quienes sí cumplen con el uso son los trabajadores de comercios y de transporte. “Hace falta más difusión, buena prensa del barbijo porque no solo protege contra el coronavirus sino también contra la gripe A”.
La especialista en farmacia sostuvo que con el movimiento masivo que se registra por las clases y el uso masivo del transporte de pasajeros puede darse una nueva ola. “El relajamiento es grande. No se puede bajar los brazos cuando hay que seguir siendo metódico con el barbijo, la ventilación, la desinfección. Hay que extremar los cuidados”, hizo hincapié.
El tratamiento
Al consultar sobre como es el tratamiento que se le da a los residuos de barbijos, la directora Franza explicó que no tienen ningún tratamiento especial y que se despacha como cualquier basura, aunque “normalmente lo picamos y largamos martes y jueves en bolsas aparte, sobre todo por las tiras que tardan en degradarse”.
Indicó que la mayor problemática la representa el plástico. En tanto, desde Agrotécnica Fueguina explicaron que se trata de un residuo húmedo, ya que no hay forma de higienizar para que entre en reciclables. “Cada vecino debería tirarlo en bolsas de patógenos que levanta otra empresa pero no es así. Va directo a disposición final, como cualquier residuo no reciclable”, dijeron las fuentes.
Puede tardar en degradarse hasta 450 años, según componentes, aunque hay biodegradables que tardan 30 años.