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La campaña militar de Putin, un mes negro para los rusos

Los civiles padecen la falta de alimentos y de medicamentos en su país.
Viernes, 25 de marzo de 2022 02:24
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Desde el inicio de la campaña militar en Ucrania hace un mes, Rusia fue objeto de sanciones occidentales sin precedentes, su economía ingresó en un momento muy difícil, donde empiezan a escasear las medicinas y otros productos básicos, se aprobaron leyes contra la libertad de expresión y bloqueado redes sociales.

Es la "nueva realidad" en la que viven los rusos desde el 24 de febrero. Una situación que no se produjo ni siquiera en 2014 cuando Rusia se anexionó Crimea y apoyó la sublevación armada en el Donbás, aunque el presidente ruso, Vladímir Putin, está convencido de que su país superará las dificultades.

Mientras la popularidad de Putin ronda el 80%, un cuarto de millón de rusos optaron por exiliarse a la espera de tiempos mejores, según fuentes independientes.

El presidente Putin llamó "guerra relámpago" a la andanada de sanciones occidentales que aislaron su país hasta límites insospechados y le obligaron incluso a suspender durante casi un mes sus actividades bursátiles.

Y es que el sistema bancario ruso fue excluido del sistema de comunicación interbancario internacional SWIFT y las reservas de oro y divisas rusas en el extranjero fueron congeladas.

EEUU y la Unión Europea cerraron su espacio aéreo a Rusia, que respondió cerrando el suyo para las aerolíneas occidentales. Las sanciones afectan casi a cada sector de la economía rusa, incluido a los oligarcas que apoyan al Kremlin pero tienen numerosos activos en Occidente.

Ellos pagaron los primeros platos rotos, aunque los que más lo notarán a largo plazo serán los rusos comunes y corrientes. Y es que el productor interior bruto se contraerá y la inflación supera ya el 12 %.

Las marcas occidentales, desde Apple a Ikea, Lego o Volkswagen, no dudaron en abandonar en cascada el mercado ruso, lo que dejó a no pocos rusos sin trabajo.

Según informó ayer el Gobierno, casi 60.000 rusos perdieron el trabajo debido a las sanciones en lo que va de mes de marzo, a lo que hay que sumar casi otras 14.000 empleados que están de vacaciones sin salario.

Alimentos y remedios

Una de las primeras secuelas indirectas de la intervención rusa fueron las colas en las farmacias de Moscú y es que a los pocos días comenzaron a escasear la insulina, las medicinas para tratar enfermedades crónicas y los fármacos para bebés y embarazadas.

Aunque el Gobierno prohibió la devolución de los cargamentos de fármacos extranjeros en territorio ruso, la actual crisis demostró la excesiva dependencia de la industria farmacológica nacional de los componentes occidentales.

 

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