Les Luthiers ratificó su talento la noche del jueves en un porteño Teatro Ópera colmado. Inició la gira de despedida y estrenó el espectáculo "Mas tropiezos de Mastropiero", al que su siempre refinada propuesta añadió un carácter paradojal que acompañará su celebratorio adiós de los escenarios.
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Les Luthiers ratificó su talento la noche del jueves en un porteño Teatro Ópera colmado. Inició la gira de despedida y estrenó el espectáculo "Mas tropiezos de Mastropiero", al que su siempre refinada propuesta añadió un carácter paradojal que acompañará su celebratorio adiós de los escenarios.
Cuando imprevistamente una semana atrás se anunció que el lanzamiento del nuevo título -primero en los últimos 15 años tras una serie de pérdidas en su formación más estable y popular- coincidiría con el gesto final de una trayectoria de más de medio siglo, Les Luthiers puso a rodar una aparente contradicción capaz de contener al menos dos acciones de signo contrario.
Despedida y lanzamiento
Mientras ponía en valor a su denominado "elenco 2019" -con solo dos de sus seis integrantes ligados a la historia del grupo-, dándole un espacio propio para desarrollarse brillantemente, confirmaba la clausura de ese andar en una decisión que podría ligarse tanto a sus tradicionales travesuras artísticas como a los multiversos tan en boga por el boom audiovisual de las historias de superhéroes.
Además, el resultado final de estos tropiezos de Mastropiero, uno de los personajes más populares del profuso mundo de Les Luthiers, sumó otros ingredientes al dotar de una nueva arista a la criatura en cuestión y reafirmar los resortes de una fórmula probada sin por ello dejar de explotar los talentos propios de los cuatro artistas que tuvieron la dificilísima tarea de subirse a semejante tren.
La propuesta
"Mas tropiezos de Mastropiero", creado por Carlos López Puccio (en el grupo desde 1969) y Jorge Maronna (del staff original que Gerardo Masana urdió en 1967), consiguió en su apuesta otorgarle un destacado sitio propio a Roberto Antier, Tomás Mayer-Wolf, Martín O'Connor y Horacio "Tato" Turano. Y los actores y músicos que cargaron con la misión de ocupar los roles de Daniel Rabinovich (fallecido en agosto de 2015), Carlos Núñez Cortés (se retiró en 2017) y Marcos Mundstock (fallecido en abril de 2020) estuvieron a la altura del desafío a partir de un texto tan típico como inédito.
La propuesta: un programa televisivo cultural en una biblioteca, sillones y una pequeña mesa y la entrevista al célebre Johann Sebastian Mastropiero, presente desde 1970 y con más de 60 obras atribuidas a su genio.
Antier como conductor y O'Connor en el rol del músico juegan los papeles que asumían Mundstock y Rabinovich, los más populares, y salen airosos. A partir de la conversación hilarante, con contrapuntos, malentendidos y delirios varios, se recorre vida y obra de Mastropiero y se desatan 14 números musicales, 11 de ellos de factura específica y reciente.
En el primer tramo se sucedieron unos religiosos "Villancicos Opus 25-12", unos beligerantes "Days of Doris", el bolero de protesta "Ella me engañó", el tango "Tristeza que entristece" y el número vivo en una fiesta mafiosa "Don Ciccio". La recuperación de la notable "Aria agraria" con su "tarareo conceptual" (estrenada originalmente en "Lutherapia", de 2008) resultó más lograda que otras evocaciones como "Pasión bucólica", de 1985; y la proselitista "Vote a Ortega", de 1989.
Hacia el cierre y con un final potente, Antier y Mayer-Wolf se lucen en "La clase de música" y los instrumentos no convencionales copan la parada. En la "Coda a la alegría" el sexteto saca a relucir otros artefactos de su increíble factoría.
Mastropiero de gira
El broche con el habitual bis fuera de programa correspondió al "Blues del fortín" (por ser el Opus XIV, fourteen en inglés). El calvo Mayer-Wolf en piano y Masana en el fantástico instrumento de vientos bolarmonio se sacaron inspiradas chispas de humor y calidad.
"Más tropiezos de Mastropiero" estará hasta marzo en el Ópera de Buenos Aires y luego comenzará una extensa gira por escenarios del país, de España y Latinoamérica para sellar una partida de un formato que reúne excelencia y popularidad.