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Por la trascendencia del partido que tiene hoy Juventud Antoniana frente a 9 de Julio, desde las 19, en el estadio Padre Martearena, está obligado a ganar y conseguir algo de paz. Al santo le quedan muy pocas fichas para salvarse del descenso del Federal A y de acuerdo a los números viene muy ajustado; es por ello que esos tres puntos en juego ante los refaelinos, le sitúa en una posición de exigencia.
Es una nueva oportunidad para el equipo antoniano de sacarse esa "mufa" de no poder ganar. De seguir con las esperanzas de mantener la categoría, dando un paso al frente y en condición de local.
Mirando de reojo el grupo de futbolistas del club de la Lerma, por lo que pasó en el adelanto de ayer, en el empate uno a uno, de Crucero del Norte contra Central Norte en Misiones, sirvió reanimar las fuerzas, porque la semana que transcurrió con los jugadores entrenando en forma anormal y reclamando algo de dinero ante al atraso salarial, fue otro de los factores negativos que se instaló y que no ayuda.
Juventud Antoniana viene precedido de una extensa racha negativa y sin poder ganar desde hace 12 partidos y esa pobre campaña desencadenó un presente con dudas y lejos de asomar la nariz para ver si se lograba la respuestas acertada, una pronunciada debacle profundizó más el panorama; a tres partidos de la final de la primera parte del campeonato, no depende de sí mismo sino que deberá concentrar su atención en otros resultados.
Juventud atraviesa un momento delicado. En su presentación anterior en Formosa, perdió con Sol de América 2 a 1 y se encuentra último en la tabla de posiciones, con 28 unidades, a 7 puntos de 9 de Julio, el rival de esta tarde y es lo que le empuja a salir al campo de juego en procura de cantar una victoria.
Las ausencias de Martín Albarracín y Martín Esparza, expulsados en Formosa, la lesión de Agustín Favre, diezmaron a una alineación titular del antoniano. Pero los 11 que hoy juegan están dispuestos a torcer el rumbo.