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6 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Entre la espada y el precipicio

Jueves, 02 de noviembre de 2023 02:19
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Argentina votó. Más allá de mutuos encierros en nuestras cegueras, sesgos y burbujas de mitos y creencias, gritar que "el Otro" se equivocó al votar -sin darnos cuenta de que todos somos "el Otro del Otro"-; es dejar de lado que Sergio Massa obtuvo casi el 37% de los votos; Javier Milei casi un 30% y Patricia Bullrich un 24%. Nadie ganó en primera vuelta y, el 19 de noviembre, tendremos que elegir entre dos candidatos que, un año atrás, eran ambos uno un personaje estrambótico y el otro un candidato inimaginable.

Ahora nos toca elegir entre uno de estos dos candidatos. Uno que es el actual ministro de Economía de este desastre económico casi bíblico; el otro un antisistema rupturista "anti-casta" que se alía con la casta a la que tanto denue sta en su afán por ganar. Entre un peronismo que se viste de continuidad, que se erige en "defensor necesario de los derechos del pueblo trabajador" y que se ubica en el espacio centro moderado que alguna vez ocupó Rodríguez Larreta; y alguien que cambia el discurso "anti casta" y se embandera tras la consigna de el "cambio verdadero", tratando de explicar una alianza indefendible.

Nadie puede anticipar el futuro y todas son sospechas y especulaciones. Del ministro candidato se sospecha que, de ganar, podría intentar imponer un massismo que se perpetúe por veinte años. Que podría forzar un ajuste rápido que cierre las cuentas fiscales a costa de convivir con una inflación alta y controlada que licúe pasivos; el mismo ajuste que hizo antes de ser ungido candidato. Se sospecha que podría acelerar la huida de inversiones extranjeras e instalar un capitalismo de amigos expertos en mercados regulados; es bien conocida su afición por la intervención estatal y por la distorsión de los mercados a su favor. Existe la sospecha de que podría comprar voluntades en ambas Cámaras; o que podría buscar cambiar la Constitución de la Provincia de Buenos Aires de manera de instalar allí a un Kicillof eterno, como Gildo Insfrán en Formosa. Se sospecha que podría usar al Kirchnerismo y a La Cámpora como fuerza de choque; tal y como hizo Perón con los Montoneros, antes de echarlos de la Plaza gritándoles "estúpidos imberbes". Se especula con que podría dejar consolidar aún más la corrupción institucionalizada como plataforma desde la cual construir y consolidar poder político y social. A pesar de todo esto y aun cuando puedan aumentar la pobreza, el asistencialismo, la deseducación, el trabajo estatal e informal; si lograra hacer crecer la economía a un ritmo del 2% anual, de cara a las próximas elecciones legislativas, el modelo podría sostenerse y triunfar.

Del otro lado, el personaje que habla con su perro muerto a través de su hermana médium es una incógnita. Por un lado, parece no ceder a la idea de la dolarización; aunque no existan los dólares físicos necesarios para esa maniobra. Siempre digo que al país que imagina Milei le sobra el 60/70% de la población; dolarizar a tasas de cambio siderales no es una opción. Otra incógnita: Milei, ¿ofrece alguna garantía de gobernabilidad o nos llevará a una peruanización del país, obligándonos a un recambio presidencial cada dos o tres años, mientras la economía se hunde en abismos irrecuperables? ¿O se convertirá, en cambio, en un Menem que hizo todo lo opuesto a lo que había prometido en campaña, fiel a su dicho "si decía lo que iba a hacer no me votaba nadie"? ¿O seguirá la receta austríaca, sin ceder? La alianza Milei -Macri, ¿se sostendrá o estallará ante el primer conflicto importante? ¿Podrá Macri contener la amenaza a la democracia que representa Javier Milei y su ultra reaccionarismo? La otra alianza Milei-Villarruel, ¿se sostendrá o implosionará ante la incorporación "de una montonera" al espacio? Por el lado de Juntos por el Cambio, es fácil ver su desintegración con la división de su bloque de diputados en dos sectores: el "macrismo puro" y los "neutrales" que reivindican el papel de oposición. La expresión de Patricia Bullrich, "ojalá que (el país) explote antes del 19 de noviembre es de una irresponsabilidad institucional y de una falta de empatía colosal.

El problema que muestran todas estas coaliciones es que "no los une el amor sino el espanto" y la consigna "acabar con el kirchnerismo" no puede ser el único objetivo de la nueva coalición. Conan parece estar aconsejando insensateces a unos tanto como Antonia a otros. Y, si dejamos la definición de la política nacional en niños de once años o en manos de perros muertos, no nos quejemos después de los lugares a los que podamos arribar como sociedad y como Nación.

Hoy, muchos nos sentimos teniendo que elegir entre una espada o un precipicio. Ante la disyuntiva de tener que optar entre tomar el filo de la espada que se tiende ante nosotros y clavarla en nuestro vientre, eviscerándonos; o teniendo que saltar al precipicio, sin chance de sobrevivir. Si bien hay muchas culturas donde el suicidio trágico es valorado y romantizado; el suicidio político de toda una sociedad no puede ser el caso.

Tenemos una obligación legal en ir a votar. Pero nada nos obliga a elegir entre la espada y el precipicio. El voto en blanco no es tibieza ni abdicación del ejercicio ciudadano, como buscan instalar tantos mal intencionados. Es, por el contrario, la opción que nos queda a quienes nos negamos a someternos al absurdo de lo insensato o a la corrupción institucionalizada general. Al menos, para algunos, parece comenzar a ser una opción cívica viable y real.

 

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